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El dinero del porcino

La peste clásica provoca una grave crisis económica en la provincia de Segovia

La declaración de nueve focos de peste porcina clásica en Segovia, donde hay inmovilizados más de medio millón de cerdos, está provocando una grave crisis económica en esta provincia, al tratarse de un sector que factura al año más de 50.000 millones de pesetas, alrededor del 10% del producto interior bruto provincial. Aunque la evaluación de las pérdidas no se podrá realizar hasta pasados varios meses, los efectos serán devastadores para los pequeños y medianos ganaderos o para aquellos que han comenzado recientemente con la actividad, que hasta diciembre pasado había atravesado por sus meses más prósperos.

En Segovia, el sector del porcino llevaba dos años en auge continuo, como reconocen algunas personas vinculadas con esta actividad, debido principalmente a que esta epizootia que ahora sufren en su bolsillo los ganaderos segovianos había azotado anteriormente a sus competidores, como los productores de Lleida o de Holanda. Si en algunos momentos se obtenían por cerdo unos beneficios de 1.500 a 1.600 pesetas, a cada animal se le han, llegado a sacar más de 10.000 limpias.

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Relojes caros en la muñeca y vehículos marca Mercedes u otros de gran cilindrada han estado asociados a la figura del marranero, como se denomina popularmente a estos productores, a veces perseguidos por los empleados de las secciones de captación de clientes de las entidades bancarias. Incluso hay quien se aventura a decir que el mercado inmobiliario se ha encarecido en Segovia debido a la demanda provocada por muchos empresarios del porcino.

'Dinero negro'

Más lejos ha llegado el representante de Nueva Izquierda (NI) Emilio García, alcalde de Cabañas de Polendos, quien no ha dudado en hablar de casos de dinero negro, cuyo origen se encontraría en que los censos del porcino no se corresponden con las cifras declaradas oficialmente, a su juicio. García ha declarado públicamente que hay sociedades que han concebido al porcino como una auténtica actividad industrial que ha podido alcanzar los 3.000 millones de pesetas de beneficios en 1997, con una media de 200 a 400 millones de ganancias en muchas maeroexplotaciones.En cualquier corrillo de personas relacionadas con el sector agropecuario se calculan de forma rápida los beneficios que ha "podido dar una explotación con 500 madres, por ejemplo: a una media de 2,5 partos anuales y ocho animales por parto -porque con menos se sacrifica al animal al considerarlo poco rentable-, la producción se sitúa en 10.000 lechones, que a un precio de venta entre 4.000 y 5.000 pesetas presenta una facturación en tomo a los 50 millones anuales. Sin embargo, los gastos de mantenimiento, aparte de la amortización de la explotación, se reducen al salario de dos operarios encargados de la limpieza y el alimento de las madres. No es exagerado afirmar, de acuerdo con personas próximas al sector, que muchas explotaciones pueden haber estado obteniendo un millón de pesetas diario de beneficios.

El nivel del problema no sólo llega, a inquietar directamente al sector del porcino, sino a otros que crecen a su lado, desde las fábricas de piensos, los transportistas o la hostelería, incluso la construcción, ya que antes de la aparición de los. focos era rara la semana que la Comisión Territorial de Actividades Clasificadas no informara varios expedientes de nuevas explotaciones, temiéndose por un aumento en el desempleo provincial.

Pero también están nerviosas algunas entidades financieras que en los últimos meses, debido al auge de la actividad, habían concedido créditos por 4.000 millones de pesetas para nuevas industrias. No obstante, mantienen la esperanza de que el sector pueda responder por la reserva que tenga de beneficios anteriores.

A las administraciones también les va a costar cara la peste porcina clásica de Segovia, ya que, sólo por los 93.000 cerdos que van sacrificados de manera preventiva -cerca del 12% del total de la cabaña-, tendrán que pagar subvenciones por unos 2.000 millones de pesetas, de los que el 50% está financiado por la Unión Europea (UE), y el resto, por el Ministerio de Agricultura y la Junta de Castilla y León, a partes iguales.

Coste de la operación

Además, el comité veterinario de la UE ha aprobado la intervención de 110.000 animales, repartidos en zonas de focos de Segovia, Lleida, Toledo y Madrid, que irán destinados a fábricas de harina de carne para piensos o grasas animales. La operación costará más de 2.000 millones, que en esta ocasión cuentan con un 70% de financiación europea.Lo que más preocupa ahora al sector es el hacinamiento que padecen las explotaciones, ya que, en su opinión, la intervención para harina de carne es insuficiente para dar salida a los cerdos, que se pasan de peso, consumen pienso y su precio de venta cae a marchas forzadas. Junto a las organizaciones Asaja y COAG, los ganaderos están protagonizando estos días medidas de presión dirigidas a la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, diputada del PP por Segovia, con el fin de conseguir la intervención de animales para sacrificio y enterramiento. Entretanto, las administraciones desconocen cuál puede haber sido el origen de la peste, cuyo primer foco se declaró en una granja de Otones de Benjumea perteneciente a la sociedad Proinserga.

Hay opiniones para todos los gustos, desde las próximas a los medios oficiales, que hablan de la importación de semen de Holanda, de pienso contaminado o de un transporte ilegal sin guía sanitaria desde un foco declarado en Lleida o en un país europeo, hasta las de las barras de los bares, donde hay personas que se aventuran a decir que puede haber existido un sabotaje o que la crisis ha sido provocada porque la llegada del euro obligará a que aflore todo el dinero no declarado y es el momento de demostrar pérdidas.

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