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La crisis asiática rebaja al 3% el crecimimento previsto para este año en Latinoamérica

Fernando Gualdoni

Sin comerlo ni beberlo, Latinoamérica empieza a sufrir los efectos visibles de la crisis asiática. La región, que hasta finales de 1997 había sido golpeada casi exclusivamente en sus mercados bursátiles, comienza a sentir una segunda ola de repercusiones que la privarán de disfrutar en 1998 de los frutos de todos los esfuerzos que hizo para sobreponerse a la crisis mexicana que la sacudió a finales de 1994 y durante todo 1995. Con mayor o menor grado de certeza, los países latinoamericanos no crecerán más de un 3% en 1998, solo algo más de la mitad M 5,5% esperado.

Todos los países de Latinoamerica han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento. Ricardo Hausmann, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dice que los efectos de la crisis del sureste asiático serán moderados y se concentrarán principalmente en Brasil. "La turbulencia financiera que ahora afecta al sureste asiático", afirma, "se tornará más asiática y menos global, y, por tanto, menos latinoarnericana".El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, ha manifestado su confianza en las medidas que adoptó hace dos meses, cuando estalló la crisis que en horas redujo en un sexto las reservas monetarias del país. Entre unas 50 medidas, el Gobierno de Brasil duplicó las tasas de interés para evitar la fuga de capitales y devaluó la moneda nacional -el real-, y tiene previsto modificar la política cambiaria y provocar minidevaluaciones mensuales del real, que, según los expertos, está sobrevalorado en un 30%. Junto a estas medidas de reajuste presupuestario, que también incluyeron el despido de 33.000 funcionarios públicos, la extinción de 70.000 puestos vacantes y la suspensión de nuevos proyectos de infraestructuras, el Gobierno bajó sus expectativas de crecimiento del 4% al 1, 1 % para 1998.

Chile es el segundo país más perjudicado por la crisis asiática. El 33% de las exportaciones chilenas se dirige a Asia -más que las de cualquier otro país latinoamericano- y casi la mitad de ese porcentaje, un 40%, está compuesto por las ventas de cobre. El precio del cobre ya ha caído por debajo de los 80 centavos de dólar por lira. La Cámara Nacional de comercio de Chile calcula que la crisis de Asia le costará a la economía chilena 2.084 millones de dólares (323.000 millones de pesetas). Esta cantidad equivale a alrededor de un 2% del PIB chileno en 1997.

Frenar la crisis

El presidente chileno, Eduardo Frei, y su ministro de Economía, Alvaro García, han estado pidiendo serenidad a los agentes económicos. Frei ha dicho que Chile puede afrontar la crisis y que hay muchos instrumentos que aún no han sido utilizados para contrarrestarla, como, por ejemplo, el Fondo de Estabilización del Cobre, que cuenta con unos 1.900 millones de dólares acumulados (294.500 millones de pesetas).El Gobierno mexicano, por su parte, ya ha aprobado un recorte del gasto público de 1.900 millones de dólares ante la expectativa de que el precio del barril de petróleo se mantenga por debajo de los 16 dólares hasta después de mediados de año. El propio Ministerio de Economía mexicano ha bajado sus expectativas de crecimiento del 5,2% al 5% para este año.

En Argentina se ha registrado una fuerte caída de las ventas argentinas de automotores, lácteos y harinas al mercado brasileño, los productos líderes del intercambio regional. Añadido a esto, la industria textil y de confección argentina, que continúa siendo una gran fuente de empleo en el país, se enfrenta a una competencia feroz por parte de sus pares del sector asiático, que han comenzado a hacer ofertas con rebajas del 30% al 35% en sus productos. El ministro de Economía argentino, Roque Fernández, afirma -contra todas las opiniones- que la economía argentina crecerá un 5,5%.

Colombia está en una situación muy parecida a la argentina. La crisis asiática no tiene un impacto directo sobre la economía colombiana, pero sí a través de Venezuela, su principal socio comercial. El ministro de Economía de Colombia, Antonio Urdiola, prevé que, si la economía venezolana permanece estable, Colombia crecerá este año entre un 4% y 5%, contra el 3,2% que registró en 1996; que bajará su déficit público a un 1,7% del PIB -dos puntos menos que en 1997-.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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