La Pasarela Cibeles opta con fuerza por la moda masculina
Las líneas puras y los colores oscuros se imponen en las propuestas
Sobriedad en el color de gama oscura, tejidos inteligentes, lanas de alta calidad, el regreso triunfante de la piel y sus ya perfectos sucedáneos sintéticos, las transparencias con su aura provocativa y el asentamiento en la pasarela madrileña de la moda masculina son los principales y más destacados ingredientes de una edición que comienza el próximo martes en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid y se extiende hasta el viernes 13. La Pasarela Cibeles de 1998 estará caracterizada por el equilibrio dediseño y las buenas previsiones comerciales de los nombres más solventes de la moda local.
Dentro de un panorama complejo que parece alejar definitivamente los tiempos de crisis pasados, gran parte de la moda española se somete en Madrid al juicio de mayoristas, comerciantes del prét-à-porter, críticos de la especialidad y público forofo del "trapo bonito" -un decir en el argot de los comprópatas más comprometidos-.
24 firmas
Son esta vez 24 nombres propios o sus firmas, que establecerán una vez más el pulso de la ropa en serie. Entre otros, el día 10 estarán Jesus del Pozo y su lírica visión, Veva Medem sobria y seca hasta lo oriental, Roberto Verino con su peso específico; el miércoles 11, Devota & Lomba en la síntesis de su regreso a la naturaleza, Ángel Schlesser y su primor por la confección del punto y Pedro del Hierro con su ampulosidad bien entendida; el jueves 12 llega con un primer desfile rompedor en manos de Duyos & Paniagua -la revelación de la anterior pasarela- y el humor a ultranza de Vacas Flacas: una teoría del reciclado muy de tono finisecular. Después, Nacho Ruiz con su fuerza y finalmente Victorio & Luchino trayendo la dulzura del sur en su colorido y volantería habituales. Para terminar, el viernes 13 estará en Cibeles Angela Arregui con su indomable riesgo, cerrando edición Pedro Morago con todo el peso de una industria desarrollada sin abandonar la inventiva y la sorpresa.La apuesta de varios de estos importantes modistas al integrar la moda masculina no como un reclamo puntual o broche estético sino como una opción comercial contundente, da definitivamente un giro a Cibeles en busca de la identidad mixta y de una ampliación de mercado. En esto los pioneros indiscutibles han sido Roberto Verino, Pedro Morago y Pedro del Hierro, a los que se suma con originalidad y criterios propios Modesto Lomba.
Las tendencias hablan de continuidad y de un claro apogeo de los tejidos en sí mismos, y donde la simple arquitectura de la pieza impondrá su dibujo, su cierre formal sobre el cuerpo. Este principio pone en evidencia la necesidad de un refinamiento en la confección y la terminación, tradicionalmente los puntos flacos del producto local que con notable esfuerzo la moda española ha logrado superar, liberando de sí tan ominoso sambenito.
Roberto Verino apunta que trabaja "sobre un minimalismo claro, con sencillez, donde pones en práctica un sentimiento personal sobre el trabajo. Siempre me he manifestado hacia un hombre y una mujer reales". Verino lleva como lema "Si quitas cosas, tienes que poner calidad". Y es así que apunta hacia un ambiente de alpacas, lanas, cachemires en espiga y una mayoría de punto de lana multiuso en una poética de voz baja, un susurro alentador en tonalidad oscura.
Vida propia
Por su parte, Nacho Ruiz se mantiene en una filosofía y principios que han dibujado ya su estilo y rigor. "He trabajado esta vez hacia una mujer con vida propia e independiente que lleva una prenda muy patronada y que está ya en la calle. La sobriedad que busco toca lo monacal con algo místico dentro", declara el diseñador precisando: "Esta mujer no va vestida para enseñar sino para sí misma". Las famosas chaquetas de Ruiz siguen siendo de rayones, viscosas y lanas, esponjosas, apuntándose "a una evolución de los tejidos que va directamente hacia los arrasados".- Y en cuanto a la confección de estas chaquetas dice y se muestra así: "Insisto en la fornitura, esa arquitectura interior de la prenda que es la clave de que duren. Y nada de tejidos ricos, todo muy lineal".Nacho Ruiz siempre ha hecho de la piel uno de sus vocabularios de expresión y ahora trae a escena la polipiel: "Esta vez he introducido una línea de polipiel con las mismas calidades de la original". Como sello, se verán de Ruiz unos largos abrigos sobre un vestido del mismo material y color: "La intención ha sido crear un todo de adentro hacia afuera con la misma textura".
Entre los más jóvenes, la firma Devota & Lomba ha creado una identidad que se basa precisamente desde siempre en la sobriedad y la investigación. El desfile, según ha expresado Modesto Lomba, se inicia con un abrigo de visón rasado sobre el cuerpo del bailarín Thomas Klein -solista de la Compañía Nacional de Danza-, en una clara evocación del Renacimiento temprano, motivación estética que recorre toda la colección y donde Lomba señala que la tecnología de las nuevas hilaturas, cada vez más finas y precisas, se ponen al servicio del diseño, nunca al gesto gratuito del exceso o, por ejemplo, del mal uso de las transparencias que consiguen vulgarizar a la mujer. Para Lomba las prendas deben ser blandas y acogedoras y el uso de la piel se vuelve un elemento fucional y no una ostentación.
La nueva firma Duyos & Paniagua la forman Juan Duyos y Cecilia Paniagua, ésta última colaboradora habitual de Sybilla, y en sus colecciones la inspiración hace un puente virtual y casi sonoro del tecno al house pasando por el humor más castizo. Juan Duyos declara que "ahora estamos más seguros comercialmente, sobre todo por la respuesta del público que asistió a nuestro anterior desfile y la reacción positiva de la crítica. Somos las mismas personas haciendo lo mismo, pero con una apuesta más firme bajo el lema Encanto y distinción. Las prendas están facturadas con la premisa de Abrigado, calentito y a gusto, y no hemos escatimado medios en las lanas de alta calidad, incidiendo en el punto".
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