Un avión militar de EE UU choca contra un funicular y causa una tragedia Italia
Un avión militar estadounidense que realizaba prácticas de vuelo bajo causó ayer una tragedia en la región alpina italiana del Trentino. El aparato segó con el timón de cola los cables del funicular del monte Cermis provocando la caída de una de las dos cabinas, ocupada por 20 personas, desde una altura de 80 metros. No hubo supervivientes. Numerosos vecinos de Cavalese, la localidad donde está situado el Cermis, oyeron el ruido atronador del avión que, según testigos oculares, pasó bajo de los cables del funicular, partiéndolos limpiamente.
El aparato, un EA-6B del cuerpo de Marines de Estados Unidos, perteneciente al contingente de fuerzas de la OTAN que realizan misiones de vigilancia aérea sobre Bosnia, logró remontar el vuelo y forzar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Aviano. Autoridades y vecinosde la provincia de Trento responsabilizaron ayer de la tragedia a las maniobras de vuelo bajo que habitualmente realizan los aviones militares de la base estadounidense de Aviano.El ruido del avión de combate se escuchó en el valle del Cermis en tomo a las 15.30 horas. Un instante después los cables del funicular se desplomaban y con ellos la cabina que descendía cargada de turistas alemanes y polacos. La otra cabina que funcionaba en ese momento, ocupada al parecer únicamente por el operador del funicular, quedó suspendida de una altura de 80 metros durante casi una hora, hasta que los equipos de rescate pudieron recuperar a su pasajero.
Testigos presenciales de la tragedia, entre ellos un policía del cuerpo de carabineros que prestó los primeros auxilios en el rescate de los cadáveres, aseguraron ayer que el avión volaba inusualmente bajo, y no por encima de los 500 metros de altitud como marcan las leyes de la región para los vuelos a bajo altitud en la zona de los Alpes. Una prueba contundente de que volaba por debajo de esa cota la aporta el propio accidente, ya que el tendido de cables está situado a 80 metros de altitud. Helicópteros de la policía, fuerzas de bomberos, de Portección Civil y de la Guardia de Finanzas acudieron inmediatamente al lugar del desastre, aunque nada pudo hacerse por los ocupantes de la cabina siniestrada, que quedó destrozada en el fondo del valle. El golpe fue tan brutal que el compartimento quedó reducido a un amasijo de hierros amarillos, que hubieron de ser cortados con sierras especiales por los bomberos para proceder al rescate de los cadáveres.
Las víctimas se hallaban en un estado irreconocible, y sólo gracias a la documentación que llevaban fue posible establecer la identidad de la mayoría. Se trata de 19 adultos -diez hombres y nueve mujeres- y un muchacho, la mayoría turistas alemanes, aunque viajaban también polacos, húngaros y el empleado italiano que controlaba la cabina. Los restos de los pasajeros aparecían confundidos entre esquíes y bastones rotos, hierros retorcidos, cristales y cables destrozados. La conmoción en toda Italia era ayer enorme. El presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, ordenó al Gobierno la apertura inmediata de una investigación sobre la normativa que regula las prácticas de vuelos militares en Italia, mientras el primer ministro, Romano Prodi, recién llegado de un viaje a Estonia, recibía una llamada de condolencia del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. El comandante de la base de Aviano anunció la suspensión de todos los vuelos a baja altitud hasta que sean investigadas las circunstancias del accidente.
Decenas de vecinos del área de Cavalese y de toda la provincia de Trento declararon que los vuelos bajos eran una práctica frecuente por parte de los caza-bombarderos estadounidenses de Aviano. El asesor de turismo de Trento, Francesco Moser, insistió en que las molestias provocadas por estos vuelos habían obligado a convocar un consejo municipal especial para denunciar la situación.
El avión causante del desastre, un modelo preparado para la guerra electrónica, formaba parte de las fuerzas de la OTAN -SFOR- destinadas en Bosnia. Portavoces de la base estadounidense señalaron que el accidente será objeto también de una investigación. El funicular del monte Cermis está ligado a la tragedia. En 1976, y debido a un fallo del operador de las cabinas, se produjo otro accidente en el que murieron 42 personas.
