España negocia libertad de acción para su embajador en Cuba
El ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, justificó ayer la tardanza del Gobierno en designar al embajador en Cuba por las "negociaciones" que mantiene con La Habana para asegurar la plena libertad de acción del futuro embajador. "He hablado varias veces por teléfono con mi colega Robaina [ministro de Exteriores cubano] sobre el asunto", dijo, porque el Gobierno español quiere asegurarse de que su embajador "estará facultado para trabajar con todos los sectores de la sociedad cubana".
"No tengo ninguna prisa", señaló tras quejarse de las crecientes presiones de los medios de comunicación españoles, que se preguntan por las razones que han llevado al Gobierno a mantener vacante desde noviembre de 1996 la embajada de La Habana a pesar incluso de la visita de Juan Pablo II a la isla. El ministro recordó que fue el Gobierno cubano quien acabó retirando el plácet que ya había concedido al designado embajador, el diplomático José Coderch. El hecho se produjo como consecuencia de unas declaraciones de Coderch en apoyo de los opositores cubanos antes de incorporarse a su despacho en La Habana. Coderch dijo entonces que las puertas de la Embajada estarían abiertas para los opositores. Matutes quiere asegurarse de que el futuro embajador pueda mantenerlas abiertas, aunque probablemente con más discreción.
El ministro insistió en que los intereses españoles están perfectamente salvaguardados con el trabajo del encargado de negocios que está al frente de la Embajada, y recordó que "se ha ampliado nuestro staff en Cuba con un agregado militar". "La única diferencia es que si en alguna ocasión hay un incidente, el que recibe el bofetón es el encargado de negocios en lugar de ser el embajador", ironizó, aunque desmintió que ello suponga que se va a prescindir de la figura del embajador en otros destinos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.