Bestiario
Deslenguado, procaz, burlón, crítico, Francisco Nieva escribió en su tiempo estos tres relámpagos de teatro. Con su mucha capacidad para los lenguajes: el del idioma, exprimido y afilado; el del teatro, con sus situaciones y sus desenlaces. Son viejos pero no lo están: hechos para otro tiempo y con el ánimo de escándalo y provocación, se ven y escuchan en el nuestro como una corroboración. De algunas cosas que, si están pasando, no están oficializadas como antes.Juanjo Granda es muy buen conocedor de la obra teatral de Francisco Nieva, de sus juegos y de sus profundidades. Ha dado, a los actores que forman esta compañía -cinco, que se reparten todos los papeles- un tono de farsa. No hay por qué preferir unos a otros: será cuestión de preferencias personales. Todos están en el ámbito. Trotti ha hecho un excelente decorado de los de esta época: ingenioso y plegable, bonito y eficaz. Y en él brillan los trajes de fantasía de Sonia Grande.
Lobas y zorras (La vida calavera, Caperucita y el otro' Te quiero, zorra), de Francisco Nieva
Música de Gerardo Trotti. Intérpretes: Jeaninne Mestre, Abel Vitón, Vicky Lagos, Isabel Ayúcar, José Olmo. Vestuario de Sonia Grande. Escenografía de Gerardo Trotti. Dirección: Juanjo Granda. Teatro del Círculo de Bellas Artes. Madrid.
El público aplaude incluso, con más vehemencia de lo que sería necesario, y es que está de parte del espectáculo. Hablo del estreno: no sé qué pasará en días sucesivos, pero creo que gustará mucho y con menos pasión. No es ya un teatro de combate, de defensa de líneas inmoralistas, de burla de lo obligatorio (incluyendo en lo obligatorio una tersura de palabra, un detergente de costumbres).
Babelia
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