El Gobierno chileno intenta parar la entrada de Pinochet en el Senado con un ''juicio hístorico"

, La Democracia Cristiana (DC), el principal partido de la coalición gobernante de Chile, decidió ayer presentar una acusación constitucional en la Cámara de Diputados contra el ex dictador y actual jefe del Ejército, general Augusto Pinochet, para impedir su futura incorporación al Senado como senador vitalicio una vez que cese de su cargo el próximo marzo. El jefe del grupo parlamentario democristiano, Mario Acuña, explicó que la acusación constituye un "juicio histórico" al anciano general de 82 años que gobernó entre septiembre de 1973 y marzo de 1990, después de un cruento golpe de Estado.

Un grupo de cinco diputados informó de que presentará la acusación la próxima semana, una vez que sean precisados los términos. La acusación se basará ,,en los hechos, dichos y actuaciones de Pinochet a partir del 11 de marzo. de 1990 [fecha en que dejó la presidencia], sin perjuicio de hacer las observaciones que correspondan al periodo anterior", expresaron los legisladores.Acuña argumentó que los dichos y actuaciones de Pinochet, además de que suelen ser "irónicos y burlescos", e impropios de su rango de comandante en jefe del Ejército, vulneran la norma legal que prohíbe deliberaciones y acciones políticas a los miembros de las Fuerzas Armadas. Informó que mañana pedirán apoyo al resto de los parlamentarios .de las demás formaciones que integran la coalición gobernante, entre ellos los socialistas, Partido por la Democracia y radicales.

Según ellos, la conducta que ha tenido el general desde que dejó la presidencia, no ha contribuido "en nada a la reconciliación de los chilenos y afecta a la consolidación de nuestro Estado de derecho a nivel nacional e internacional. Agregaron los parlamentarios que la sola presentación de la acusación permitirá "hacer público un debate latente en la sociedad chilena que se refiere al rol de Pinochet y a su próxima instalación como senador vitalicio".

Para los diputados que pro mueven la acusación, ésta dejará a la Cámara baja en posición de hacer un juicio histórico" y que se pronuncie "respecto de un conflicto que lleva demasiado tiempo larvado en el corazón de todos los chilenos". Consideran que ''Pinochet aún nos divide, y por lo mismo divide a Chile" y ''afectan nuestra seguridad nacional".

Criticaron el interés del ex dictador por llegar a ser parlamentario, a pesar de carecer de legitimidad electoral. Esto contrasta con el impedimento, que recae sobre el expresidente democristiano Patricio Aylwin para ser también senador vitalicio, a pesar de haber gobernado el país entre 1990-1994, por no tener los seis años de mandato que la Constitución impone para llegar a ese cargo.

"Es justo entonces que un poder del Estado discuta sobre este estatuto especial y sobre los méritos del, personaje [Pinochet] para ejercer ese privilegio", plantearon los diputados.

Añadieron que no admiten "por dignidad y por ética" que el ingreso de Pinochet en el Senado represente una "aceptación tácita a sus actuaciones, su rol o su desempeño en los próximos años", y tampoco que pueda ser vista como una "contribución" a la transición a la democracia.

Aclararon que la acusación estará dirigida contra Pinochet como persona, y no contra el Ejército y que, el ''Juicio histórico" al que aspiran sea sometido el ex dictador debe ser llevado a cabo en "Chile, no en España, ni en EE UU, ni en otros países, y tendrá lugar en la Cámara de Diputados".

Las declaraciones que hizo Pinochet en una entrevista sin cuestionario previo hace una semana en Punta Arenas, en lasque amenazó con revelar secretos de senadores del Gobierno y acusó a los detenidos desaparecidos en su régimen de haber tenido armas, provocaron una tormenta política que culminó con el anuncio de la presentación de esta acusación.

Por indicación del presidente Eduardo Frei, el ministro de Defensa, Edrnundo Pérez, citó en su despacho al ex dictador y le exigió que no formulara declaraciones políticas mientras tenga el cargo de militar. Pero el pasado viernes, en una entrevista con el matutino La Tercera, el general reiteró su ánimo belicoso con los parlamentarios del Gobierno.