La AEK alega que lo que planteó a los alumnos era "un juego de rol"

AEK (Coordinadora de Alfabetización y Euskaldunización de adultos) aseguró ayer que la simulación de un secuestro era sólo "un juego de simulación en el que se trata de representar una situación ficticia con el objeto de trabajar en los aspectos temporales del verbo y la descripción de personas".

En una carta remitida a EL PAIS, AEK alega que "sólo una mente enferma podría relacionar un juego de rol con un hecho delictivo real".

Según la coordinadora, "el ejercicio no ha sido inventado por AEK: es habitual en la enseñanza de lenguas simular situaciones ficticias de este tipo".

Tras citar una serie de libros que, en su opinión, demuestran "que ejercicios de este tipo se utilizan también en la enseñanza del inglés", agrega que "el propio HABE (organismo oficial para la euskaldunización de adultos, dependiente del Gobierno vasco) ha editado materiales en los que aparece un secuestro o el robo del Gernika".

No se invitó al delito

"En el caso concreto del ejercicio utilizado, y en virtud del análisis didáctico que AEK realiza del mismo", prosigue la carta, "estimamos que es de todo punto imposible que de su realización pueda inferirse una invitación a cometer un delito o algo parecido". Con todo, si cualquiera de los alumnos que tomaron parte en el mismo se hubieran sentido incomodados [sic] de cualquier forma, siempre podían haber acudido a la dirección del centro, cosa que no sucedió en ningún momento".AEK atribuye a "turbios fines" la publicación de esta noticia y asegura que no es la primera vez que EL PAÍS "arremete" contra la coordinadora: "La opinión pública vasca", afirma la carta, "recordará el escándalo provocado por EL PAÍS con el reportaje publicado el 25 de septiembre de 1994 en torno al barnetegi de Zestoa. Ya en aquella ocasión AEK remitió una nota de rectificación a EL PAÍS, al estimar que algunos de los aspectos que aparecían en dicho reportaje eran falsos e injuriosos, y al negarse este periódico a publicar íntegramente la nota de AEK, nos vimos en la obligación de acudir a los tribunales. Estos nos dieron la razón y obligaron a EL PAÍS a publicar íntegramente la nota de AEK y a pagar las costas del proceso".

En este punto, la carta de AEK falsea la realidad. Es cierto que el Juzgado de Primera Instancia número 5 de San Sebastián dio la razón a la coordinadora y EL PAÍS publicó íntegramente aquella nota de AEK, en cumplimiento de la sentencia. Sin embargo, la decisión se recurrió en apelación ante la Audiencia Provincial de San Sebastián, que estimó el recurso del diario y revocó la anterior sentencia, por considerar que, en contra de sus pretensiones, "no procede la rectificación en la forma propuesta" por la coordinadora. Por tanto, los tribunales dieron la razón a EL PAÍS, y no a AEK.