Una exposición demuestra el papel clave del pintor Gregorio Prieto en la generación del 27
La Residencia de Estudiantes recuerda su amistad con Lorca y Cernuda
"Muchos tiran mis dibujos, Gregorio, pero yo te los doy porque sé que tú los guardas, y algún día, cuando me muera, los harás famosos". Así se dirigía Federico García Lorca a su amigo, el pintor Gregorio Prieto, mientras ambos vivían en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Más de 70 años después esta institución ha organizado una muestra titulada Cernuda-Lorca- Prieto: dos poetas y un pintor, donde se repasa la amistad que unió a estos tres personajes de la generación del 27. Once cuadros de Prieto, dibujos de Lorca, cartas e ilustraciones componen la exposición.
Desde luego que Federico García Lorca (Granada 1898-1936), uno de los poetas y autores teatrales más importantes de este siglo, no ha necesitado de la difusión de sus sencillos, exquisitos y casi infantiles dibujos para alcanzar la fama. Pero en verdad que Gregorio Prieto (Valdepeñas, 1897-1992) guardó las composiciones del genial granadino y a la muerte del pintor las ha conservado la fundación que lleva el nombre del artista. Precisamente ha sido esta fundación, junto con la Residencia de Estudiantes y el patrocinio de la empresa de electricidad Endesa, la que ha organizado la muestra que cierra una serie de actos dedicados al centenario de Prieto.La Residencia de Estudiantes fue a lo largo de la década de los años veinte uno de los núcleos de desarrollo, del surrealismo, un movimiento al que se sumaron los tres amigos. En el complejo de la calle madrileña del Pinar, en pleno centro de la capital, residieron, entre otros, Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Emilio Prados, Pepín Bello o Moreno Villa, pero artistas como José Caballero, Maruja Mallo o Benjamín Palencia frecuentaron también aquel ambiente.
Retratos
En el año 1924 Prieto conoció a Federico García Lorca y años después de aquel encuentro el pintor comentaría: "Desde el primer instante que nos conocimos personalmente una corriente de comprensión artística y humana nos unió en franca amistad". De esta relación surgió el proyecto de un libro de poemas de Lorca ilustrado por Prieto que nunca llegó a cumplirse. No obstante, el pintor realizó unos 13 o 14 retratos del autor de Romancero gitano y Poeta en Nueva York. El retrato más famoso, qué figura en esta página, ha servido para ilustrar múltiples antologías y carteles.Adscrito al surrealismo durante sus años jóvenes, Gregorío Prieto se exilió voluntariamente en Londres tras el final de la guerra civil e impresionado por el asesinato de Lorca. A finales de la década de los años cuarenta regresó a España y recibió homenajes tanto en Madrid como en Barcelona. A partir de su vuelta se dedicó a trabajar como retratista de las clases altas y como paisajista, lo que le valió algunas críticas por su excesivo mercantilismo, al tiempo que empañó su papel vanguardista desempeñado en las décadas de los veinte y los treinta. En la etapa final de su vida le fueron concedidas la medalla de las Bellas Artes y la de oro de Castilla-La Mancha. Murió en una residencia de ancianos.
María José Salazar, comisaria de la exposición inaugurada ayer y que permanecerá abierta hasta finales del próximo mes de enero, calificó de "historia de una amistad" el repaso a la relación entre Prieto, Lorca y Cernuda. La comisaria destacó que Prieto fue el primero que valoró los dibujos de Lorca, al tiempo que resaltó que el pintor introdujo a escritores como Rafael Alberti en el círculo de a Residencia de Estudiantes.
Destrozada la generación del 27 por los fusilamientos, las cárceles o los exilios, Gregorio Prieto retomó su amistad con Luis Cernuda en el Reino Unido. Nacido en 1902 en Sevilla y profesor de literatura española, Cernuda conseguiría con El joven marino, pero sobre todo con su libro de poemas La realidad y el deseo, consagrarse como uno de los mejores poetas de su generación. Dio clases en varias ciudades británicas durante los primeros años de su exilio para trasladarse a Estados Unidos, donde vivió entre 1947 y 1952.
A partir del año siguiente residió en México donde murió en 1963. La Residencia de Estudiantes recibió el legado de libros, fotos y manuscritos del poeta sevillano el pasado mes de mayo. Esta aportación vino a engrosar los valiosísimos fondos que esta institución custodia de muchos intelectuales y escritores de la generación del 27.
Exilio británico
Algunas cartas que se exhiben en la muestra de la Residencia de Estudiantes dan cuenta del cariño que se profesaron Prieto y Cernuda y de su profunda amistad acrecentada por las duras condiciones del destierro. En 1976 el pintor dejó escrito: "Luis Cernuda y yo fuimos siempre buenos amigos durante los nueve años que el poeta residió en Inglaterra. El sentimiento de eternidad fue lo que realmente nos unió. Compenetrados en mutua comprensión admirativa y, a pesar de nuestros caracteres contradictorios en diferentes sentidos, pudimos sobrellevar tantas desdichas y guerras que atacaban a Europa entonces, gracias a esta atmósfera tan bella en el ambiente nórdico".En la obra gráfica de Gregorio Prieto que muestra la exposición de la Residencia de Estudiantes se incluyen retratos de García Lorca y de Cernuda, así como otras pinturas que resumen sus etapas artísticas. Las publicaciones motivadas por estos años de amistad están representadas por los escritos de Lorca ilustrados por Prieto, catálogos de exposiciones sobre la obra del poeta granadino, dos libros del pintor sobre la generación del 27 y sobre Cernuda y algunos otros textos. Por su parte, la correspondencia es mucho más abundante entre Gregorio Prieto y Luis Cernuda.
De cualquier modo, Prieto jugó un papel determinante como animador cultural de la generación del 27 que muchos especialistas han definido como un grupo básicamente integrado por pintores y por poetas. Buena prueba de ello dieron con su amistad Gregorio Prieto, Federico García Lorca y Luis Cernuda.
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