EE UU insiste en inspeccionar los palacios de Sadam
Bill Richardson, embajador estadounidense en la ONU, volvió ayer a la carga con la idea de que EE UU tiene serias sospechas de que los iraquíes guardan armas de destrucción masiva en los denominados "palacios de Sadam Husein". El día anterior, Bagdad había negado de nuevo que almacenase ese tipo de armas en esos lugares, pero había persistido en su negativa a permitir el acceso a los mismos de los inspectores de desarme de la ONU.Richardson afirmó que EE UU sigue buscando una solución diplomática a este último episodio de la crisis de los inspectores. "Creemos que en estos momentos puede funcionar la diplomacia, una resolución del Consejo de Seguridad, una respuesta unida de la alianza", dijo. Richardson se encuentra con la oposición de Rusia y Francia a la aprobación de una nueva condena del Consejo a Irak por su negativa a abrir los palacios presidenciales. Moscú y París creen que las anteriores resoluciones son suficientes y que lo que hay que hacer ahora es negociar su aplicación con los iraquíes.
"Nuestra paciencia podría terminarse", dijo Richardson. "Ya hemos dicho en varias ocasiones que no descartamos ninguna opción, incluyendo la militar", añadió. EE UU sigue conservando en la región del golfo Pérsico el despliegue de buques y aviones que puso en pie cuando Bagdad expulsó a los miembros norteamericanos de los equipos de inspección, una decisión que luego retiró.
"El mundo sabe que Sadam es un paria internacional con armas de destrucción masiva", dijo Richardson. Las cadenas de televisión norteamericanas más seguidas han difundido en los últimos días especulaciones sobre el tamaño y el potencial de ese presunto arsenal. Algunas han llegado a afirmar que Sadam almacena armas químicas y bacteriológicas suficientes "para aniquilar a todos los habitantes del planeta".
El embajador estadounidense insistió ayer en que Washington cree que el momento de discutir sobre el levantamiento de las sanciones económicas internacionales contra Irak está muy lejos. Esas sanciones son el resultado de la invasión iraquí de Kuwait en 1990.
Otras, fuentes norteamericanas recordaron que, en cambio, Washington siempre ha apoyado el acuerdo petróleo a cambio de alimentos y medicinas suscrito entre la ONU e Irak, y que fue reactivado el pasado sábado. Los norteamericanos apoyaron a comienzos de este mes en el Consejo de Seguridad de la ONU la renovación por otros seis meses de ese acuerdo.
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