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Irak y la ONU superan sus diferencias para el intercambio de alimentos a cambio de petróleo

Irak volverá a vender petróleo para comprar alimentos y medicinas. El Gobierno de Bagdad y las Naciones Unidas llegaron ayer a un acuerdo en el programa de distribución de alimentos y medicinas a cambio de petróleo, que se encontraba bloqueado desde hace tres semanas. El pacto deberá ser ratificado en los próximos días por el Consejo de Seguridad de la ONU, permitiendo de esta manera que el Gobierno de Bagdad reanude el bombeo hacia el exterior de crudo por valor de 2.000 millones de dólares (unos 300.000 millones de pesetas).

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El programa de petróleo por alimentos, aprobado por las Naciones Unidas en 1996 y que supone una excepción al embargo petrolífero decretado contra Irak como consecuencia de la guerra del Golfo, podrá reanudarse en las próximas fechas, gracias a un acuerdo de principio alcanzado por la ONU y el Gobierno de Sadam Husein con respecto a la distribución de los alimentos y las medicinas adquiridos con los ingresos de la venta de este crudo.El bloqueo del programa humanitario data del pasado día 5, cuando Bagdad decidió unilateralmente paralizar la exportación de crudo a pesar de que el día anterior le había sido renovado el permiso. El Gobierno iraquí alegó entonces que era necesario previamente tener claro qué tipo de programa era y qué parte de los ingresos podía dedicarse a comprar alimentos y medicinas.

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Las autoridades de Bagdad se venían quejando de que una parte considerable de los ingresos obtenidos por la venta de este petróleo -700 millones de dólares sobre un total de 2.000 millones- iban a parar a las Naciones Unidas, que financiaba así sus actividades humanitarias en el Kurdistán iraquí, a las tareas de la Comisión Especial para el Desarme de la ONU (UNSCOM) y a pagar indemnizaciones a los damnificados por la invasión iraquí de Kuwait en 1990.Las mismas fuentes lamentaban también que una parte importante de medicamentos y alimentos adquiridos con anterioridad, en operaciones similares, respaldadas y controladas por las Naciones Unidas, habían resultado un verdadero fracaso, ya que algunos de estos envíos de productos de primera necesidad no llegaron nunca a sus destinatarios.

"No hemos pedido un aumento de las cantidades de crudo que exportamos porque sabemos que ello no beneficiará al pueblo iraquí", subrayó ayer el ministro iraquí de Comercio, Mohamed Mahdi Saleh, al anunciar el acuerdo, según recogía la agencia de prensa estatal INA.

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[Saleh aseguró que "la mayoría de las naciones europeas, asiáticas y latinoamericanas, así como Rusia y todos los países árabes, con excepción de dos o tres, han expresado su deseo de reanudar sus relaciones de cooperación comercial con Irak", informa Efe. Saleh precisó que su país tiene intención de seguir utilizando el puerto jordano de Aqaba para sus exportaciones, pese a la crisis surgida este mes en las relaciones entre Bagdad y Ammán tras la ejecución de cuatro jordanos en Irak, acusados de contrabando de piezas de recambio para coches por valor de unas 100.000 pesetas. El ministro anunció además la reapertura del transporte marítimo con Emiratos Árabes Unidos y desmintió que vaya a reducirse el comercio con Turquía por sus frecuentes incursiones militares en el norte de Irak].

El equilibrio alcanzado por las Naciones Unidas e Irak podría romperse, sin embargo, en los próximos días, como consecuencia de los continuos enfrentamientos surgidos con los miembros del equipo de la UNSCOM, que deben certificar el desmantelamiento de los arsenales de armas de destrucción masiva.

Richard Butler, el jefe de los inspectores de la ONU, ha denunciado en las últimas semanas la existencia al menos de 43 lugares prohibidos a los que sus hombres no han podido acceder por oponerse a ello las autoridades iraquíes, que alegan "razones de seguridad nacional" o de "soberanía". Entre estos lugares vetados a los inspectores de las Naciones Unidas se encuentra un buen número de residencias y palacios de Sadam Husein, así como un número indeterminado de dependencias no presidenciales que han sido catalogadas en este capítulo por Bagdad.

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