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La amenaza de sanciones internacionales fuerza a los líderes bosnios a firmar tres acuerdos

Pilar Bonet

Antes de que el Consejo Internacional para la Aplicación de los acuerdos de paz de Dayton sobre Bosnia les impusiera las medidas coercitivas que estudiaba ayer en Koenigswinter, en los alrededores de Bonn, los tres miembros de la presidencia colegiada de Bosnia-Herzegovina acordaron precipitadamente en tres de los puntos que les exigía la comunidad internacional: un pasaporte común, una ley de ciudadanía y una ley sobre el funcionamiento del Consejo de Ministros. Del acuerdo informó anoche el alto representante internacional, Carlos Westendorp.

En este foro de dos días de duración para la aplicación de los acuerdos de paz concertados en 1995 participan representantes de 51 Estados y 21 delegaciones internacionales. La irritación que muchos participantes expresaron en relación a los grupos étnicos enfrentados en Bosnia debe traducirse hoy en una declaración final que, según las previsiones, debía incluir elémentos coactivos e incluir una ayuda selectiva a quienes colaboran con el proceso de paz.Es previsible que el Consejo refuerce las competencias del alto representante, Carlos Westendorp. Este pidió ayer el apoyo para un "ejercicio más enérgico" de su mandato. Esto supondría poder imponer a los líderes de las tres comunidades de Bosnia las condiciones -fecha, lugar y presidencia- de las reuniones que éstos se resisten a celebrar para moldear las instituciones del Estado.

Supondría también adoptar medidas provisionales cuando las partes sean incapaces de ponerse de acuerdo, suspender la aplicación de leyes que no estén en armonía con el acuerdo de paz de Dayton y poder destituir a funcionarios que no asisten a las reuniones.

Por lo visto, los líderes de la presidencia colegiada bosnia reaccionaron ante la perspectiva de que les retuerzan el brazo y se pusieron de acuerdo sobre el pasaporte común, la ley de ciudadanía y la ley del consejo de ministros. El acuerdo deberá ser sometido al Parlamento bosnio la próxima semana. Para el pasaporte, que sustituirá a los documentos actuales, habrá un plazo de implantación de seis meses. Las duras críticas a los líderes de Bosnia fueron elemento común de muchas intervenciones. El jefe de la delegación norteamericana, Strobe Talbott, apoyó el reforzamiento de los poderes del alto representante para tomar decisiones provisionales vinculantes en los temas civiles.

Regreso de los refugiados

El regreso de los refugiados a sus hogares en 1998, el desarrollo de una policía local, la voluntad de juzgar a los criminales de guerra y el apoyo al papel de la OSCE en Bosnia, incluida la supervisión de las futuras elecciones, fueron los puntos mencionados por Talbott.EE UU y sus aliados europeos colaborarán para propiciar un diálogo entre Belgrado y Prístina (capital de la provincia de Kosovo), dijo Talbott. El primer viceministro de Exteriores ruso, Igor Ivanov, apoyó el reforzamiento del papel del alto representante y culpó a los grupos locales de frenar el proceso de paz con sus "intereses egoístas". En el capítulo de la formación de una policía local, España puede desempeñar un papel importante, según se desprende de las declaraciones realizadas ayer por el secretario de Estado, Ramón de Miguel, que representó a España en Koenigswinter. De Miguel dijo que varios países aliados han pedido a España que estudie el envio de contingentes de la Guardia Civil a Bosnia y señaló que no estaba descartado que este cuerpo sustituya a otras unidades militares en el contexto de un nuevo mandato de la SFOR (fuerza de paz de la OTAN).

El "proceso de paz" en Bosnia "está seriamente bloqueado", dijo Westendorp, quien enumeró una lista concreta de los problemas para consolidar Bosnia como un Estado que pueda ser denominado como tal. Dos años después de la guerra, este territorio carece de instituciones comunes permanentes, de bandera y placas automovilísticas, de pasaporte y de moneda. Y carece también de leyes que reglamenten la actividad económica, las aduanas y protejan los derechos humanos.

El secretario general de la OTAN, Javier Solana manifestó que el mundo no va a sacrificarse de forma indefinida por Bosnia cuando la dirección local bloquea el camino hacia la paz con disputas sobre asuntos de poca monta. Solana dijo es tar "muy disgustado" con Moincilo Krajisnik, el copressidente serbio de Bosnia, quien había rechazado el reforzamiento del mandato del alto re presentante internacional, y afirmó que esperaba que se le diera una "respuesta adecuada".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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