Valeriano Bozal: "Cultura quiere un patronato dócil"
El historiador y crítico de arte Valeriano Bozal (Madrid, 1940) tenía ayer dos sentimientos: uno personal "de liberación", por las muchas horas dedicadas en una labor de equipo -los patronos no cobran nada- al Museo Nacional Reina Sofía como presidente del patronato, y otro profesional "de temor, de pensar que el museo puede irse al garete". Opina que una menor presencia de historiadores del arte no es buena para el museo. "Cultura quiere un patronato más manejable, dócil, desde el punto de vista político".Bozal reconoce que no ha sintonizado, por razones políticas, con el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, pero estas diferencias "no han afectado al funcionamiento del museo". Los enfrentamientos con la Administración han sido, según Bozal, "por la situación económica del museo para lograr una financiación por pago de impuestos" y el "total desacuerdo con el convenio entre Cultura y Telefónica" para depositar la colección en el museo por cuatro años prorrogables. "Como patrimonio del Estado, antes de su privatización se hubiera podido hacer una cosa similar a la herencia de Dalí y repartir las obras en varios museos. Otra posibilidad era firmar un convenio añadiendo la cláusula de compra progresiva, pero no se puede considerar el museo como una empresa privada".
Bozal afirma que "con el Partido Popular la política de compras está parada", en especial las relaciones con Hacienda sobre el pago por impuestos (dación). "El patronato que se configura no creo que defina la política científica o historiográfica, o la línea artística en las 24 exposiciones temporales al año, y si se nombra una comisión asesora a la dirección, sus decisiones serán siempre de menor entidad".
Sobre los equilibrios entre el arte y la política, Bozal opina que el director del museo no debe ser a la vez director general de Cultura. "Es un cargo político que pone en manos del ministro su cese, como ha ocurrido en el Prado y en el Reina Sofía, tanto con el PSOE como con el PP".
Intervención
Considera que el patronato es un órgano ágil, que trabaja con la dirección y gerencia y define la línea cultural. "Es más fuerte en el Reina Sofía porque además de museo es centro de, exposiciones y hay que decidir una política de compras concretas que incide sobre el mercado". "La autonomía de un museo sólo se logra cuando la presencia de la Administración es limitada y respetuosa. Ahora hay una intervención muy activa", dice Bozal..Entre las cuestiones pendientes señala la actividad científica (catálogos razonados) y el acuerdo con Hacienda para lograr una inversión anual de entre 600 y 800 millones de pesetas en cinco o siete años para compras, junto con los 300 millones del presupuesto. "La colección podría tener en ocho años una -entidad muy considerable, un museo de primera fila, siempre que no se trasladen obras a otros museos". Espera que no se modifique la situación del Guernica ni el informe técnico que impide su traslado temporal al Museo Guggenheim Bilbao, "apoyado por Cortés, pero no por Cascos".
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