La pintura europea y Cubana del Museo Nacional de La Habana se expone en España
Sesenta cuadros de siete escuelas se presentan "de forma excepcional" en Madrid
La exposición Pintura europea y cubana en las colecciones del Museo Nacional de La Habana se presentó ayer en la Fundación Cultural Mapfre Vida, de Madrid (avenida del General Perón, 40), en un conjunto de 60 obras de entre los siglos XVI y XIX representativas de la pintura italiana, flamenca, holandesa, española, francesa, inglesa y cubana. "Es una muestra apasionante para los historiadores del arte y atractiva para los aficionados por la diversidad de las escuelas y sentido de museo", declaró el comisario, Francisco Calvo Serraller. La exposición, que permanecerá en Madrid hasta el 11 de enero, se trasladará en febrero al Museo de Bellas Artes de Bilbao, con más piezas del pintor vasco Landaluze.
El tercer proyecto del convenio entre la Fundación Cultural Mapfre Vida y el Museo Nacional de La Habana permite conocer una selección de los fondos de la pintura europea a partir del siglo XVI y de la cubana del siglo XIX. Con anterioridad se han podido ver en varias ciudades españolas los montajes de las exposiciones dedicadas a la pintura española del siglo XIX y una monográfica de Eugenio Lucas Velázquez.El convenio incluye la investigación, conservación y exposición de los fondos del Museo Nacional de La Habana, cuya sede se encuentra cerrada por las obras de acondicionamiento y ampliación del edificio. La directora del museo, Pilar Fernández, y la presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas de Cuba, Margarita Ruiz, destacaron ayer en la presentación de la muestra el carácter "excepcional" de la salida, en muchas ocasiones por primera vez, de las colecciones y su exhibición en España.
Centenario del 98
Los organizadores pretenden con esta serie de exposiciones "presentar una imagen del viejo continente en el cambio de siglo" y su acercamiento al centenario de la pérdida colonial del 98, según Pablo Jiménez, director de la Fundación Cultural Mapfre Vida. El Museo Nacional de La Habana está considerado como uno de los grandes museos americanos. Creado en 1913 a partir de un depósito del Museo del Prado que todavía conserva, las colecciones privadas formadas a mediados del siglo pasado son las primeras en formar los fondos.Además de la colección de los marqueses de Pinar del Río, que se incorpora al museo en 1954, el fondo aumenta con los préstamos, depósitos y donaciones de coleccionistas particulares para la inauguración del Palacio de Bellas Artes en 1955, hasta ahora sede del museo. Tras la revolución de 1959 se nacionalizaron muchas colecciones privadas.
La intención de la muestra de pintura europea y cubana es, según su comisario, Francisco Calvo Serraller, Ilenar las lagunas de los museos nacionales, en especial el Prado", con algunas obras nunca vistas en España, como el cuadro La Puerta del Sol, de Luis Paret y Alcázar, al que en los catálogos existentes se da por desaparecido. En otras ocasiones, la labor de estudio y de limpieza, ya que el programa incluye la restauración de las obras, ha provocado alguna sorpresa, como la firma de Juan Pareja en su cuadro Judith, hasta ahora atribuido al pintor.
De la escuela española, de los siglos XVII y XVIII, se exponen también obras de Ribera, Valdés Leal, Antonio Carnicero y Pedro de Orrente. La escuela flamenca, otro de los siete apartados del montaje diseñado por Juan Ariño, tiene a Jacob Jordaens y Erasmus Quellinus el Joven, y la holandesa cuenta con Verspronck, Aert van der Neer y Van Duynen.
La escuela francesa está representada por Corot, Daubigny, Faivre y Bouguerau, mientras que la italiana aporta a Guardi, Boldini, Luca Giordano, Bassano y Pannini. La escuela inglesa tiene a Reynolds, Romney, Hoppner, Watson y Creswick, y la pintura cubana del siglo XIX a Martínez, Leclerc, Landaluze (nacido en Bilbao), Melero, Menocal y Romañach.
