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Demostrada la eficacia de inyectar genes para aliviar la arteriosclerosis

Primera terapia génica cardiovascular

Un tratamiento genético ha permitido a pacientes que tenían muy obturadas las arterias de las piernas por placas grasas hacer crecer sus propias circunvalaciones sanguíneas, evitando la cirugía y la posible amputación de los miembros. El estudio, presentado en la reunión anual de la Asociación de Cardiología de Estados Unidos, en Orlando (Florida), se refiere a muy pocos pacientes, pero sus resultados estimulan la esperanza para esta dolencia y para la posible extensión del tratamiento a bloqueos en arterias del corazón y del cerebro

Otro experimento, de la universidad de Harvard, ha conseguido con el mismo tratamiento genético evitar el rebloqueo de venas trasplantadas para tratar arterioesclerosis en las piernas. Los dos proyectos "están abriendo una puerta bastante interesante y significativa para el tratamiento futuro de la enfermedad cardiovascular", ha señalado Valentín Fuster, el cardiólogo de origen español que preside la Asociación de Cardiología, quien ha añadido: "Es la primera vez que la terapia génica aplicada a la enfermedad cardiovascular tiene éxito".Jeffrey Isner, del Hospital St. Elizabeth de Boston, trató a 10 pacientes inyectándoles genes en las piernas para hacer crecer una red nueva de capilares que permitieron el paso de la sangre alrededor de las arterias bloqueadas. Estos nuevos capilares fueron observados perfectamente con rayos X y resonancia magnética. Como resultado, dijo Isner, tres pacientes que estaban a la espera de sufrir amputación de un miembro pudieron evitarla y otros seis mejoraron de sus dolores y en algunos casos desapareció la gangrena que les amenazaba. Sólo uno de los pacientes no respondió al tratamiento. Un artículo científico con estos resultados va a publicarse próximamente en la revista Circulation.

Pocos pacientes

Dado que el estudio no ha sido hecho con un grupo de control algunos expertos médicos han pedido que se hagan estudios con mayor número de pacientes antes de dar por buena la técnica. Hay que tener en cuenta, recuerdan, que se trata de pacientes en la fase final de la enfermedad, pero también que no tenían esperanza alguna de mejorar.El tratamiento se basa en el gen que produce el factor de crecimiento del endotelio vascular (vegF), que estimula la proliferación específica de las células que cubren los vasos sanguíneos. Se trata de un factor estrella actualmente por su posible aplicación no sólo en enfermedades cardiovasculares sino también en el cáncer, según los expertos consultados. En combinación con otros tratamientos, permitiría bloquear el riego sanguíneo de los tumores y por tanto su crecimiento. Su aplicación, sin embargo, es compleja, como sucede con todas las terapias génicas, recuerda el especialista Juan Carlos Lacal.

En los experimentos de Estados Unidos, el material genético se inyectó directamente en el músculo cercano al bloqueo arterial. Una pequeñísima parte de los genes se expresaron en las células musculares y produjeron la proteína que migró hasta los vasos sanguíneos cercanos. Normalmente, el vegF no se habría anclado a las células de las paredes de los vasos sanguíneos, pero cuando existe un bloqueo las células están sedientas de sangre y son buenos receptores para el vegF, que les hace producir capilares sanguíneos nuevos.

La arteriosclerosis de las piernas es una enfermedad muy común en personas de edad avanzada. Produce mala circulación arterial (a no confundir con las varices) y se conoce como claudicación intermitente. Los pacientes no pueden apenas andar debido al dolor en los gemelos. Se opera o se trata con vasodilatadores, y son raros los casos en que amenaza la vida. La terapia génica mejoraría la situación de la mayor parte de los pacientes, pero no solucionaría totalmente los bloqueos ya que lo que crecen son pequeños capilares.

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