La Iglesia católica y el perdón
Hemos leído con sumo interés el artículo de Ramón Echarren, obispo de Canarias, titulado ¿Debe pedir perdón la Iglesia por la guerra civil? (EL PAÍS, 26 de octubre de 1997) y queremos hacer las siguientes reflexiones:1. El artículo nos merece todo el respeto, pero no podemos compartir el tono ofensivo y descalificador que utiliza para con la periodista Inmaculada de la Fuente, autora del documentado y riguroso reportaje sobre el mismo tema, aparecido en EL PAÍS del 12 de octubre de 1997. El señor obispo critica a la periodista porque "apenas se detenía" en la asamblea conjunta obispos-sacerdotes, cuando, en realidad, ella recogía de manera suficiente, correcta y objetiva los datos fundamentales de la misma.
2. La propuesta de la asamblea donde se pedía perdón no contó con el quórum establecido reglamentariamente. Por tanto, ni fue aprobada ni consta como tal en el libro de las conclusiones. Además, no nos parece correcto sumar los votos afirmativos con los iuxta módum, como hace monseñor Echarren.
3. Creemos que la jerarquía eclesiástica no hizo una crítica suficiente de la dictadura. El propio Tarancón, en sus Confesiones -citadas por el obispo de Canarias-, no condena a Franco ni a la dictadura; sólo se limita a criticar a algunos ministros (que tuvieron gestos desairados con él).
4. A nuestro juicio, la Iglesia católica española -jerarquía y pueblo de Dios- debe seguir el ejemplo de los obispos franceses y del Papa y pedir perdón -actitud profundamente religiosa- públicamente por no haber contribuido a la reconciliación de nuestro pueblo durante la guerra civil y la dictadura. -
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