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Forenses y biólogos creen que se valoran excesivamente las pruebas por ADN

Las pruebas de identificación por ADN, las llamadas huellas genéticas, no deberían ser consideradas vinculantes y definitivas por los jueces ni en los casos de reclamación de paternidad ni en los juicios por delitos criminales. A lo sumo, deberían ser consideradas pruebas que informan sobre probabilidad y, por tanto, de ayuda, junto con otras, para que el juez dictamine. De esta forma se expresaron ayer en Barcelona expertos forenses y biólogos reunidos para debatir el uso de marcadores genéticos y sus limitaciones éticas y legales, con ocasión del simposio sobre genética y bioética que se celebra estos días en la capital catalana.

En opinión de Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal y miembro del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, se atribuye a este tipo de pruebas un valor excesivo, sin tener en cuenta que informan de "probabilidades de pertenecer a un grupo concreto" y que estas probabilidades no alcanzan jamás el cien por cien de seguridad. "La certeza absoluta no existe, por lo que la prueba pericial no puede ser vinculante a la decisión del juez", afirmó categórico.

No hay conflicto ético

Las pruebas de identificación por ADN se utilizan mayoritariamente para dilucidar reclamaciones de paternidad y para el esclarecimiento de hechos delictivos. La información que se obtiene de ellas ' según los expertos, es equivalente a la de las huellas digitales, y no valora "las características sensibles" de las personas sometidas a ellas, indicó Marian Martínez, del Servicio de Diagnóstico de Paternidad Biológica e Identificación Genética de la Universidad del País Vasco. Por esta razón, añadió, "no hay conflicto ético" cuando se habla de identificación.Donde sí lo pudiera haber, precisó, es en el uso de esta identificación, en la toma de muestras o en la interpretación que de ella hacen los jueces.

Según Carracedo, se da una situación de cierta hipocresía por cuanto si bien en España la toma de muestras para el análisis de ADN no es obligatoria, los jueces pueden ordenar el análisis de indicios indirectos con el fin de esclarecer un delito. "Alguien puede negarse a que le tomen una muestra de sangre, orina o saliva", explicó Carracedo, pero el juez puede ordenar el análisis de una colilla". Por otra parte, la prueba da una probabilidad de que alguien sea el padre biológico o el culpable de un delito. La expresión "prácticamente probada", dice, induce a error y ha sentado una jurisprudencia que no hay forma de cambiar".

Esta paradoja se da, según ambos expertos, por la falta de una regulación legal no sólo sobre la toma de muestras, sino también sobre la creación de posibles bancos de datos genéticos o el control de calidad en los laboratorios que realizan los análisis. La creación y el funcionamiento de estos bancos están legislados para la mayor parte de los países europeos.

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