El Prado dispone ya del claustro de los Jerónimos

El Museo del Prado puso ayer en marcha la operación claustro, la pieza más importante del plan museográfico, al ocupar el claustro de la iglesia de los Jerónimos y establecer una conexión arquitectónica con el edificio Juan de Villanueva, sede principal de las colecciones, y el edificio Aldeasa, donde se montarán los servicios administrativos. El pleno del patronato aprobó ayer esta iniciativa que estaba bloqueada por falta de acuerdo entre el Ministerio de Educación y Cultura y el arzobispado de Madrid. En estas negociaciones llegó a intervenir el presidente del Gobierno.

El pleno del patronato celebró ayer su reunión en las nuevas salas de la tercera planta del Museo del Prado que ha dejado la reforma de las cubiertas, situada en la actualidad en la línea de la puerta de Velázquez. Estos espacios, dedicados a la pintura europea del siglo XVIII, serán inaugurados el próximo día 17 por el presidente José María Aznar.El acuerdo entre Cultura y la Iglesia -sólo falta un trámite exigido por el Derecho Canónico, según informó el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés- para la utilización del solar que circunda el claustro de los Jerónimos, frente a la fachada posterior del Prado, va a permitir realizar una de las áreas fundamentales de ampliación del museo, al recuperar bajo la cota de la plataforma existente unas salas de exposiciones temporales, el taller de restauración, un salón de actos y cafetería. De esta forma se mantiene el edificio Villanueva como sede histórica para presentar la colección permanente.

La ampliación del museo se completa con el ala norte del palacio del Buen Retiro, actualmente sede del Museo del Ejército -pendiente de su traslado a Toledo o su división entre Toledo y Madrid-, como Salón de Reinos y pintura del siglo XVII, y el Casón del Buen Retiro, en obras de reformas que ampliarán las salas y almacén de la pintura del siglo XIX. Los despachos y servicios administrativos del museo se trasladarán al antiguo edificio Aldeasa, cercano al claustro de los Jerónimos, en la calle Ruiz de Alarcón, adquirido por el Estado para ese destino, cuyas oficinas se han situado en un edificio de la calle Ayala esquina con Velázquez.

La comunicación subterránea entre los edificios Villanueva, claustro y el de oficinas será objeto de un proyecto especial en el entorno de los Jerónimos. El pleno aprobó ayer la creación de una comisión mixta entre el arzobispado y el ministerio "para determinar las necesidades del nuevo edificio", que redactará las bases de un concurso, teniendo en cuenta el plan museográfico, las decisiones de la comisión mixta y las limitaciones urbanísticas del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en la zona de los Jerónimos.

A propuesta de Cultura se decidió invitar a este concurso a los dos accésits y ocho finalistas del concurso internacional de ideas cuyo primer premio quedó desierto. Los arquitectos finalistas son Matos y Martínez, Durig, Hernández Gil y Olalquiaga, Moneo, Pardo Calvo, Marco Llombart, Barrionuevo, Zoilo, Población y Govela. En el plazo de tres meses se seleccionará un proyecto y se quiere colocar la primera piedra en el último trimestre de 1998, para lo que existe una consignación presupuestaria, según Miguel Angel Cortés.

En el mismo pleno, el director del museo, Fernando Checa, presentó un informe sobre las filtraciones de agua de la tarde del miércoles que afectaron a un almacén temporal de cuadros situado en una galería de la planta alta, a la altura de la puerta de Velázquez y próxima a la galería central. Miguel Ángel Cortés destacó ayer, tras finalizar el pleno, que "las pinturas no han sufrido daños y la situación estuvo bajo control en todo momento". "Se mantiene un modelo de ampliación, con el museo abierto, por una decisión parlamentaria, que provoca estas incomodidades al museo y a los visitantes".

El almacén que sufrió las filtraciones fue reconocido ayer por los técnicos del Ministerio de Educación y Cultura, que decidieron extremar las medidas de seguridad con el sellado de la carpintería exterior de madera que permitió el paso del agua. También se va a realizar un. estudio de la carpintería de las fachadas para evitar las filtraciones verticales.

Entre otras cuestiones, el pleno del patronato aprobó los patrocinios, entre los que figuran Iberdrola (30 millones para iluminar las nuevas salas de la tercera planta), la Fundación Botín (60 millones para restaurar y poner peanas a las esculturas clásicas), Caja de Madrid (150 millones para la exposición de Felipe 11 del próximo año y 20 para un catálogo ilustrado del museo), Fundación Berndt Wistedt (cuatro millones para la sala Cristina de Suecia), El Corte Inglés (seis millones para conferencias) y González Byass (dos millones para una beca).