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Irak traslada material militar para evitar el control de las cámaras de vigilancia de la ONU

El responsable de las inspecciones de la ONU en Irak, Richard Butler, denunció anoche una nueva violación de las disposiciones de las Naciones Unidas por parte del régimen de Sadam Husein. Los iraquíes han trasladado fuera del alcance de las cámaras de vigilancia de la ONU material para la fabricación de armas prohibidas. Butler subrayó "la gravedad potencial de la actual situación" en una carta enviada al embajador chino Qin Huasun, presidente en funcionales del Consejo de Seguridad, organismo que discutirá hoy el nuevo incidente.

El jefe de la misión de inspección de la ONU aseguró que los objetivos de las cámaras de vigilancia han sido obstruidos y se han pagado las luces de las fábricas que son objeto de inspección. Butler indicó que la situación se ha agravado por el hecho de que los técnicos de la ONU no han podido realizar ninguna inspección en la última semana.El nuevo incidente coincide con la presencia en Irak de tres altos diplomáticos enviados por las Naciones Unidas, que ayer se entrevistaron con el viceprimer ministro Tarek Aziz, quien solicitó el levantamiento del embargo, que rige desde hace siete años, en un plazo definido y garantizado por el Consejo de Seguridad. A cambio, ofreció retirar el ultimátum y el veto a los técnicos norteamericanos, que podrán continuar trabajando en el país con la comisión de desarme encomendada por la ONU. La propuesta, no confirmada aún oficialmente, fue adelantada ayer por la cadena de televisión norteamericana CNN.

La idea fue planteada durante la primera conversación mantenida a puerta cerrada entre los representantes del Gobierno iraquí y la misión de los tres diplomáticos enviados por la ONU, a la cabeza de la cual se encuentra el ex ministro de Exteriores argelino Lajdar Brahimi, un veterano diplomático artífice de la liberación de los rehenes norteamericanos en Teherán en 1978.

Brahimi se negó a la salida de la reunión hacer algún comentario sobre los temas abordados. El diplomático afirmó que había entregado a Aziz una carta personal del secretario general de la ONU, Kofi Annan, al presidente Sadam Husein, cuyo contenido no fue revelado. "La reunión se ha celebrado en una atmósfera agradable. Soy optimista", dijo el político argelino, mientras abandonaba la sede del hotel Rasheed, acompañado de los otros dos miembros de la delegación, el sueco Jan Eliasson y el argentino Emilio Cárdenas. A media tarde las dos delegaciones volvían a reunirse sin que trascendiera por el momento el desarrollo de la negociación. Las señales de distensión manifestadas ayer habían sido detectadas el día anterior, cuando las autoridades de Bagdad decidieron aplazar el ultimátum de expulsión que pesaba sobre los técnicos norteamericanos de la ONU, mientras recibían como contrapartida la seguridad de que no se realizarían nuevos vuelos de reconocimiento de los aviones espía norteamericanos U 2 sobre territorio iraquí, según había anunciado un portavoz de la ONU. En principio, estaba previsto que los vuelos se reanudaran ayer, pero Irak había amenazado con atacar los aparatos norteamericanos que sobrevolaran su territorio. "Entendemos la decisión. Hemos sido informados de ello y no afecta en nada a nuestra determinación de continuar aplicando importantes resoluciones de las Naciones Unidas", declaró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry, informa Efe.

Suspensión temporal

Más tarde, el presidente Bill Clinton hizo hincapié en que la suspensión es sólo "temporal", según Reuters. La Administración norteamericana acepta el compromiso del responsable de las inspecciones de la ONU en Irak, Richard Butler, de reanudar los vuelos la próxima semana. EE UU ha advertido claramente a Irak que está dispuesto a recurrir a la fuerza si no cumple las instrucciones dictadas por la ONU. El secretario de Defensa, William Cohen, ha advertido a Bagdad que cualquier ataque contra los aviones de reconocimiento U 2 tendrá "graves consecuencias".Los aviones U 2 ya fueron empleados por los norteamericanos durante la Guerra del Golfo para espíar los movimientos de las tropas de Sadam Husein. Estos aparatos suministran información valiosa a los inspectores que tratan de localizar las instalaciones de armas nucleares, químicas, biológicas y misiles balísticos.

Los síntomas de distensión se hicieron ayer también evidentes en la prensa local, especialmente en el diario oficial Al Zaura, desde cuyas páginas se insistía en la necesidad de levantar el embargo, pero se aseguraba al mismo tiempo que el pueblo iraquí y sus gobernantes estaban dispuestos a colaborar en las tareas de desarme. El periódico añadía que Irak está contra los técnicos norteamericanos porque "son unos espías".

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