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Entrevista:

"Esta polémica del Alzheimer es trapera" condiciona la sensibilidad

El neuropsiquiatra Ramón Cacabelos plantea un razonamiento poco discutible: la mejor estrategia contra el Alzheimer es predecir el riesgo y evitarlo. Cuando esta enfermedad presenta los primeros síntomas ha destrozado tal cantidad de neuronas que difícilmente se podrá recomponer el cerebro.Lo que reconocidos neurólogos y expertos en Alzheimer españoles le discuten agriamente es que, desde un punto de vista científico y ético, se pueda plantear hoy un plan preventivo con los mimbres que hay unos cuantos fármacos en estudio y sólo cinco genes descubiertos -tres determinantes de la enfermedad y dos sólo predictivos de riesgo-. Un grupo de 20 expertos, estadounidenses, apoyados por el Instituto Nacional para la Investigación del Genoma Humano de EE UU, recomendó el pasado mes de marzo en la revista JAMA (Asociación Americana de Medicina) evitar "la utilización prematura del test genético y sus posibles consecuencias adversas". El trabajo concluye que, salvo para un mínimo porcentaje de familias, "el test genético en individuos asintomáticos carece de garantías".

Cacabelos, por el contrario defiende que se puede identificar hasta el 95% de los casos desde la infancia, para lo que se apoya en artículos científicos que él pone a disposición de quien quiera y en sus trabajos desde la clínica EuroEspes, que fundó hace dos años en A Coruña. Como parte de un plan preventivo "ya en marcha", el neuropsiquiatra anunció esté verano que ya existe una ficha genética de 4.000 familias con casos de Alzheimer.

Él entiende que esta polémica "trapera" sólo responde a "intereses corporativos", y la compara con la expulsión de los sefardíes o la muerte en la hoguera de Miguel Servet. "Es el coletazo de que en este país no se permite la germinación de nuevas ideas e intenta disfrazarse con que yo pretendo ganar dinero con los genes".

La controversia supera el ámbito científico. Muchas familias angustiadas por la ya considera da plaga del próximo siglo, acuden al doctor Cacabelos en busca de soluciones. Y con la misma esperanza, otras muchas están recriminando a sus médicos de cabecera el no advertirles de la posibilidad de prevenir el Alzheimer.

Pregunta. Usted mezcla genes determinantes de la enfermedad con otros que predicen sólo riesgo. ¿De qué le sirve hoy a un joven de 20 años saber que tiene riesgo de Alzheimer?

Respuesta. ¿Y cuándo he dicho yo que haya que decírselo a un chico de 20 años?

P. Este verano, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo usted afirmó que se puede diagnosticar el riesgo en la juventud; hacer un seguimiento de por vida y conseguir retrasar la enfermedad entre seis meses y un año y medio.

R. Claro, si pregunta cómo se puede plantear un plan de prevención, pues los mismos planes de prevención que hemos planteado para la enfermedad de Huntington.

P. ¿Y cómo se puede prevenir hoy el Alzheimer?

R. El único factor de riesgo conocido hoy para el Alzheimer es tener historia familiar de demencia. Si esa base es cierta, y hoy por hoy nadie la cuestiona, ya disponemos de marcadores genéticos. Mi único objetivo es poner al servicio de la sociedad una serie de técnicas y procedimientos para protegerse.

P. Insisto: ¿para qué sirve hoy un diagnóstico precoz?

R. Por una razón muy sencilla: cuanto antes trates con lo que tienes a mano... Y te preguntarás, ¿y hoy qué tenemos curativo?

P. Exacto.

R. Nada, pero protector sí.

P. ¿De qué se dispone hoy para proteger?

R. Pues de media docena de fármacos protectores que estamos utilizando ya desde hace muchos años en muchos países. La FDA americana, que representa al Gobierno, que decide toda la política de desarrollo farmacéutico -y yo estoy en el comité que trabaja en la FDA-, ya tiene planificado un programa de tratamiento preventivo de la enfermedad de Alzheimer que se va a hacer público en el primer trimestre del próximo año.

P. ¿Cómo establece que ese riesgo que halla en una persona le condena al Alzheimer?.

R. Porque a día de hoy es el único factor molecular predictivo de una demencia. Así se hacen los planes de prevención. Así se hizo el de la: lepra, el de la viruela.

P. Pero son enfermedades infecciosas, no genéticas.

R. Los planes de prevención se plantean igual. Esta misma polémica la hubo con la amniocentesis para el síndrome de Down. Si hoy ves que ésa es la única luz que tienes para proteger a una persona...; si hoy se están diseñando fármacos...

P. ¿Qué resultados ofrecen los tratamientos preventivos?.

R. Los estamos iniciando ahora. Lo sabremos dentro de 10 años. Igual que se hizo con la píldora.

P. Antes de ponerla en circulación hubo ensayos clínicos.

R. Como los que estamos haciendo con los medicamentos. Lo que vamos a hacer es seleccionar una serie de fármacos. Ya tenemos dos fármacos seleccionados en Europa, tres en EE UU y dos en Japón. Y decidiremos cuáles son los mejores para cada continente. Hoy, los únicos elementos de juicio para que una persona desarrolle Alzheimer es tener alguno de los cinco genes identificados. Si se detecta el riesgo en un descendiente, le haces un seguimiento de por vida, que es lo que preconiza el plan. Llega un momento en que se puede predecir el riesgo a través de una serie de fórmulas matemáticas que están perfectamente estudiadas -una cosa es que unos lo sepamos y otros no-, y entonces a esas personas pongámoslas en protección. La que sea.

P. ¿La que sea?

R. Estoy diciendo que tenemos seis fármacos en estudio en seis continentes. Me dirá: ¿cuáles? Le diré que no tengo por qué decirlo. Estas entidades internacionales que hoy están planificando los planes de prevención no son tan estúpidas para lanzar un plan si no tenemos una alternativa detrás. Yo no estoy defendiendo mi planteamiento. Es la Red Europea de Demencias, integrada por el Instituto Carolinska de Suecia, la Universidad de Tampere (Finlandia), el Instituto de Investigaciones Cerebrales de Amsterdam, el Instituto de Fannacología y Toxicología de Insbruk y nosotros.

P. ¿Está hablando de ensayos clínicos en común?

R. Estoy hablando del proyecto del plan preventivo. En este sentido yo puedo decir que me importa tres carajos lo que la gente piense de un plan que está en marcha. Queremos proteger a la gente. Tenemos hecho el cálculo de que por cada año que podamos retrasar la enfermedad estamos ahorrando un millón de pesetas por persona y país. Sabemos que hay posibilidades de hacerlo y estamos intentando ponerlas en práctica.

P. Usted mismo ha mencionado que le achacan hacer negocio con los genes.

R. Eso no es un interés económico. Somos el único centro de Europa que hace la genética para otros países de la Unión. El mismo acto diagnóstico que hacemos por 150.000 pesetas, en la Seguridad Social cuesta 620.000. Todos nuestros enfermos están tratados a través de la Seguridad Social. A nuestro centro viene gente de Dinamarca, de Suiza, de Florida. Y Con todos hacemos el mismo planteamiento: diagnóstico molecular y le remitimos a su medio natural.

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