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Acusaciones mutuas del Gobierno central y el de Cataluña por su desencuentro en la educación

El Gobierno mantiene el plan de las humanidades pese al rechazo de CiU

El Gobierno del PP y la Generalitat de Cataluña mantienen su pulso en torno al proyecto de decreto sobre la enseñanza de las humanidades presentado el martes por la ministra Esperanza Aguirre. El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, anunció ayer tras el Consejo de Ministros que el Ejecutivo sigue adelante con el proyecto y aseguró que el documento había sido entregado por la ministra al consejero Xavier Hernández el 7 de octubre. Hernández ha replicado que le llegó el proyecto oficial un día después de que lo presentara la ministra y que lo recibido el día 7 era, "con caracter confidencial, un borrador incompleto". El consejero acusó a la ministra de incumplir su compromiso de consenso.

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Las espadas siguieron ayer en alto. Mientras Jordi Pujol reiteraba en Oviedo que se había enterado por la prensa y que su oposición al proyecto era "radical", Miguel Ángel Rodríguez aseguraba que la ministra Esperanza Aguirre había almorzado con el consejero de Enseñanza el 7 de octubre en la sede del ministerio y que le había entregado el texto. "Desde entonces", dijo Rodríguez, "no hemos recibido ninguna sugerencia o petición de cambio desde la Generalitat, y cuando sale en la prensa parece que es que se enteran algunas personas por primera vez". El Ejecutivo, añadió, no se plantea retirarlo, ID ha entregado para abrir un diálogo".La indignación en la Generalitat era ayer mayúscula. A última hora, Enseñanza emitió un comunicado donde acusa a Miguel Ángel Rodríguez de "pretender deliberadamente desviar la atención de la cuestión principal, que no es otra que la ministra Aguirre ha presentado públicamente un proyecto que no ha sido consensuado". Según Enseñanza, el 7 de octubre la ministra entregó "con caracter confidencial, no oficial un borrador incompleto de los anexos" del proyecto y se comprometió "a no llevar a cabo ninguna iniciativa de modificación de los contenidos básicos de ninguna etapa educativa sin tener el consenso del Gobierno de Cataluña, de CiU y de la comunidad educativa catalana".

"Sin esperar la respuesta", continuaba la Generalitat, "sin previo aviso y sin tener la más mínima conformidad de las instituciones catalanas, [la ministral presenta un proyecto inaceptable" que llegó oficialmente a la Generalitat el jueves 23 de octubre, acompañado de la siguiente carta del secretario general de Educación, Eugenio Nasarre, fechada el 22 de octubre: "Adjunto le remito el proyecto del real decreto por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a las áreas de ciencias sociales, con el ruego de que, si lo considera oportuno, emita su parecer sobre dicho texto".

Traicionados

"Yo estaba en Viena tan tranquilo cuando tuve conocimiento del proyecto de decreto", aseguró Jordi Pujol desde Oviedo, donde asistió a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, acto al que también acudía la ministra Esperanza Aguirre, informa Javier Cuartas. "Estamos en contra", dijo, porque el proyecto es lesivo para nuestras competencias y para la personalidad específica de Cataluña, que también se define por su historia".Pujol no quiso revelar qué iniciativas o gestiones emprenderá su Gobierno para evitar que el proyecto prospere. El jueves, desde Viena, Pujol aseguró que se había pactado con el Gobierno del PP que este asunto se discutiría el próximo mes de abril.

Más allá del contenido del plan, la gran irritación de la Generalitat proviene de la sensación de haber sido traicionados. Enseñanza reconoce que las intenciones de la ministra eran de sobras conocidas: "Hace más de un año que insiste sobre este teina". Pero confiaban en que manten dría su compromiso de consenso.

Para Rodríguez se trata de un proyecto que "está obligado a hacer el Ministerio de Educación", que se marca una participación del 55% en los planes de estudios de las comunidades bilingues y de un 65% en las monolingues. "En ese plan de estudios, lo que se ha planteado el ministerio es un mayor cuidado en las Humanidades". Según el secretario de Estado de Comunicación, el decreto propone 11 puntos, desde el Reinado de Alfonso XIII a la incorporación de España a la Unión Europea, con "una comunicación suficiente para que la materia sea igual en toda España".

Rodríguez defendió el decreto de mantener una mínima unidad en la materia de la historia con el argumento de que "hay acontecimientos históricos que han sucedido en España al mismo tiempo", y puso como ejemplo la romanización de España.

Todo lo contrario se respiraba en la Generalitat. El consejero de Presidencia, Xavier Trias, se mostró "seguro de que se acabará retirando el proyecto para unificar la enseñanza de la historia de España, ya que es un tema que incomoda de fondo y que evita que exista un clima de confianza y tranquilidad". Por su parte, la portavoz parlamentaria de CiU en Educación, Carmen Laura Gil, aseguró que el plan de la ministra es obra de "Ias voces del conservadurismo más duro y retrógrado".

El consejero canario de Educación, José Mendoza, ve "muy grave" que la ministra no haya contado con las comunidades: "Es una obligación legal y supone un desprecio hacia quienes apoyan al Gobierno del PP". El consejero vasco, Inaxio Oliveri, manifestó que "intentar homogeneizar a quienes tienen voluntades de autogobierno totalmente distintas es una barbaridad". El Bloque Nacional Galego tachó la propuesta oficial como "franquista" y "reaccionaria".

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