La infanta Cristina preside una emocionada y multitudinaria despedida a Pilar Miró

Desde actrices veteranas como Julieta Serrano o Pilar Bardem a jóvenes como Emma Suárez o María Barranco; desde viejos directores como, Juan Antonio Bardem o José Luis Borau a antiguo compañeros como Forges, amigas como Mercedes Sampietro o dirigentes del PSOE como Felipe González y Joaquín Almunia, técnicos de cine, periodistas y admiradores anónimos despidieron ayer a la realizadora Pilar Miró en el crematorio del cementerio de Madrid. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín adelantaron el regreso de su viaje de novios para presidir una emocionante despedida.

Un día gris y lluvioso entristeció más todavía al mundo de la cultura española, que coincidió en señalar que "con Pilar Miró desaparece una de las creadoras más brillantes y honestas de las últimas décadas". La actriz Magüi Mira, protagonista de Cristales rotos y El anzuelo de Fenisa, las dos últimas obras de teatro dirigidas por Pilar Miró, contenía ayer a duras penas las lágrimas mientras no salía de su incredulidad ante "el mazazo de una muerte así". "Pilar me pareció siempre", comentó Magüi Mira, "una mujer fuerte, honesta y libre. Para mí ha sido un privilegio trabajar a sus órdenes, pero lo que siento de verdad es su desaparición cuando se hallaba pletórica de madurez y de creatividad". La actriz recordó que apenas el jueves pasado la directora fallecida se había desplazado a Barcelona para supervisar los últimos detalles del estreno en la capital catalana de El anzuelo de Fenisa, una versión de la obra de Lope de Vega.Todavía más perplejo ante una muerte, no por anunciada menos brutal, se mostraba Xabier Aguirresarobe, el habitual director de fotografía de las últimas películas de Miró. "Todos sabíamos que Pilar tenía un corazón frágil tras las dos operaciones que había sufrido, pero contagiaba tanta vitalidad, tanta pasión por su trabajo, que todos olvidábamos su enfermedad". Como tantas otras personas cercanas a la realizadora, Aguirresarobe negó en rotundo que el carácter duro de Pilar Miró le hubiera privado de amigos.

Emoción y tristeza

Centenares de compañeros de profesión daban fiel testimonio de las palabras del fotógrafo. Algunas actrices, como Emma Suárez, protagonista de las dos últimas películas de la realizadora fallecida (Tu nombre envenena mis sueños y El perro del hortelano) lloraba desconsolada. Su emoción se desbordó con la llegada de Gonzalo, el hijo de Pilar Miró. Otros, como Emma Penella, Santiago Ramos, Luis Eduardo Aute, Pedro Almodóvar, Imanol Arias o José Sacristán, se confundían tristes y pensativos entre la multitud que acudió al crematorio de la Almudena, de Madrid, donde los restos de la cineasta fueron incinerados poco después de la una y media de la tarde.Unos minutos antes de la ceremonia llegaron al cementerio los duques de Palma de Mallorca, que adelantaron el regreso de su viaje de novios para despedir a la realizadora de televisión que cerró con el reportaje sobre su boda en Barcelona una dilatada y brillante carrera en Televisión Española, desde meritoria hasta directora general, entre 1986 y 1989. Máxima responsable de RTVE en aquellos años y con anterioridad directora general de Cine entre 1982 y 1985, la política fue la otra gran pasión de Pilar Miró. La cineasta fue militante del PSOE desde la transición hasta que abandonara el partido en 1989 dolida por la falta de apoyo de sectores de su partido -en especial los ligados al antiguo vicesecretario general Alfonso Guerra- tras las acusaciones de cargar gastos de representación al presupuesto de RTVE. La directora fue absuelta de estas imputaciones tras un largo proceso judicial que concluyó en 1992.

Una amplísima delegación socialista acudió a la incineración de los restos de Miró. Entre los políticos del PSOE se encontraban el ex presidente del Gobierno Felipe González -tutor legal de Gonzalo, de 16 años, el único hijo de la realizadora-, Joaquín Almunia, secretario general del partido; así como los antiguos ministros de Cultura Javier Solana y Carmen Alborch, entre otros.

La representación del Gobierno fue ostentada por la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, y por el director general de RTVE, Fernando López Amor. Algunos artistas y varios antiguos trabajadores de RTVE criticaron en los corrillos el protagonismo que intentaron adquirir Aguirre y López Amor, quienes habían llegado al crematorio unos 40 minutos antes de la incineración.

El secretario general del PSOE fue el más explícito al señalar que la directora desaparecida "hubiese dicho tres frases bien dichas a algunos hipócritas que el domingo hablaban bien de ella". En opinión del líder socialista, "Pilar Miró fue la mejor directora de cine que ha tenido España".

Los testimonios de condolencia se extendieron ayer y abarcaron desde el director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, hasta los festivales de Buenos Aires y Chicago pasando por la Mostra de Cinema del Mediterrani de Valencia, que se celebra estos días y que dedicará mañana un homenaje con la proyección de su última película, El perro del hortelano.