La Biblioteca Nacional expone la visión ideal de la Roma antigua a través de 250 documentos

La exposición Ex Roma lux, que presenta las imágenes de la Roma antigua en el Renacimiento y el barroco a través de 250 obras, entre grabados, dibujos, manuscritos, incunables y libros, se inauguró ayer en la Biblioteca Nacional, con la presencia de la reina Sofía. Los materiales expuestos pertenecen en su mayoría a los fondos de la Biblioteca Nacional, junto a otras piezas de bibliotecas de Madrid, El Escorial, Barcelona y Cáceres. También forman una historia de la arqueología romana, con una visión de conjunto sobre los estudios realizados en la ciudad.

"Es una historia del conocimiento de la Roma antigua desde finales del siglo XV a principios del XVIII, cuando la ciudad era un modelo ideal", declaró ayer Miguel Ángel Elvira, jefe del Departamento de Escultura Clásica del Museo del Prado, comisario de la exposición junto con Marta Carrasco, documentalista del Museo Nacional de Artes Decorativas. El diseño del montaje, dice Jesús Moreno, quiere dar sensación de grandiosidad con la simulación de grandes pilastras de acueducto y una bóveda del comedor de Nerón.La Reina, acompañada por la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre; el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, y el director de la Biblioteca Nacional, Luis Alberto de Cuenca, recorrió los documentos con las explicaciones de los comisarios. Doña Sofía se detuvo en los grabados de Piranesi, en manuscritos de Franscisco d'Ollanda y en el espacio dedicado a la zona de Grecia y el Egeo. Particular interés demostró con las aportaciones de Piranesi y Winckelmann, quien estudió la primacía de Grecia en la cultura romana.

Con la nueva arqueología planteada por Winckelmann se cierra el montaje de la exposición, que arranca en una primera sala de la visión de la ciudad de Roma en la tradición medieval y en la época de León X. En una segunda sala se acumulan las ediciones de los textos clásicos, la arqueología de campo, la numismática, la Roma de los peregrinos y viajeros, los monumentos arquitectónicos y decorativos, el coleccionismo, objetos cotidianos, usos y costumbres profanos, religión y ritos, tratados generales. La Roma paleocristiana da paso a la tercera sala, con el mundo etrusco, Grecia y el Egeo.

Miguel Angel Elvira señala que la mayoría de los documentos sale al público a través de un tema poco tratado por los especialistas españoles, como la visión de la Roma antigua como la luz cultural que ilumina Europa. En el Renacimiento se plantea Roma como un ideal y a principios del XVIII como un ideal perdido. Las excavaciones arqueológicas plantean la importancia de otras culturas, como en obeliscos y catacumbas, hasta que Winckelmann sentencia que "Grecia es el número uno". Entre las sorpresas de la exposición, el comisario destaca el gran friso de la reconstrucción ideal de Panvinio del triunfo de los emperadores, y el manuscrito de Francisco d'Ollanda, conservado en El Escorial, donde figura la bóveda dorada de la casa de Nerón.

La exposición permanecerá abierta hasta el 6 de enero. El catálogo incluye textos de los comisarios y de José María Cervelló, María Paz García-Bellido y Adolfo J. Domínguez Monedero.