Hacienda estudia aplicar un impuesto del 0,15% a las gestoras de fondos de inversión

Como un goteo, el Gobierno anuncia poco a poco las medidas fiscales que tiene previsto aprobar para el año que viene. Además de subir las retenciones a profesionales y consejeros de empresas y elevar el impuesto sobre los seguros de riesgo y las tasas, Hacienda estudia instaurar un impuesto del 1,5 por 1.000 (0,15%) a las gestoras de fondos de inversión.Este impuesto se aplicaría sobre el patrimonio gestionado -24,8 billones de pesetas en la actualidad- y proporcionaría unos ingresos fiscales de, al menos, 37.200 millones de pesetas con las cifras actuales.

Pese a todo esto, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer, tras la reunión del Consejo de Ministros que aprobó un primer texto de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, que "el Gobierno mantiene su promesa de no elevar la presión fiscal [ingresos tributarios más cuotas sociales en relación al PIB]".

El presidente del Gobierno, José María Aznar, declaró en Granada que "una subida de retenciones no significa subir impuestos" y criticó a quienes aseguran que el Gobierno aumenta la presión fiscal.

Pero sumados todos los recursos adicionales que el Gobierno espera obtener por las reformas tributarias previstas, más la subida del tabaco (unos 85.000 millones), daría un aumento de la recaudación de 225.000 millones. En el otro plato de la balanza están las medidas que benefician al contribuyente, que no se han cuantificado.

Decisión en cartera

De las reformas previstas para 1998, la que tiene un mayor calado económico es la posible aplicación de un nuevo impuesto a las gestoras de fondos de inversión, que de momento Rato guarda en la cartera. La fiscalidad de estos instrumentos de ahorro se ha puesto varias veces en cuestión en los últimos meses.

El motivo es que la aplicación de un impuesto del 20% a las plusvalías decidida el pasado año ha supuesto un trasvase desde los depósitos bancarios hasta los fondos de inversión. Ello, junto al fuerte descenso de los tipos de interés, ha hecho caer la recaudación por retenciones del capital en un 12,6% en los seis primeros meses del año.

En ocasiones anteriores, Rato ha dejado claro que cualquier modificación tributaria no afectaría a los partícipes de los fondos de inversión, que ahora se acercan a seis millones. Las miradas se dirigen a las gestoras, porque Hacienda no parece dispuesta a ser convidado de piedra en este boom.

Por ello, ahora se estudia crear un impuesto del 1,5 por 1.000 sobre el patrimonio gestionado, según figura en uno de. los documentos que ayer analizó el Gobierno. En agosto pasado, el patrimonio alcanzado es de 24,8 billones con un crecimiento del 55% en relación a un año antes.

Las gestoras tributan en la actualidad por el impuesto de sociedades al tipo general del 35%. Sus ingresos están constituidos por las comisiones que cobran a los partícipes, que suponen el 1,3% del patrimonio gestionado como media.

Los fondos como tales tributan a un simbólico 1% en el impuesto de sociedades (20.000 millones al año). Los partícipes seguirían como hasta ahora; es decir, tributando el 20% de la diferencia entre lo aportado al fondo y lo obtenido por la venta de la participación.

Todo indica que el Gobierno aún no termina de adoptar una decisión que, si bien no afectaría directamente a los partícipes como asegura Rato, podría acabar repercutiendo en la rentabilidad de los fondos vía aumento de la comisión que cobran las gestoras. No obstante, es posible que se adopten medidas para evitar este efecto.

Rato no desveló tampoco ayer la incógnita. Sólo dijo que el Gobierno ayer no había decidido cambio alguno sobre los fondos de inversión y que, en esa medida, no podía informar al respecto. Algo depende también de lo difícil que se ponga la negociación presupuestaria, en especial con CiU, por el problema de la financiación de la sanidad y de las inversiones públicas para Cataluña.

Todo indica que las medidas hasta ahora conocidas responden a unas mayores necesidades financieras para cuadrar el déficit en 1998, que deberá reducirse al 2,4% del PIB. Aunque anteayer Hacienda justificó las subidas de las retenciones, entre otros aspectos, para mejorar la financiación de la sanidad, Rato negó que con ello se quiera facilitar la negociación con CiU. "Los ingresos no son finalistas" aseguró Rato.