Roldán "hacía lo que quería" con los fondos reservados, según un testigo

El jefe de la Secretaría de Despacho de la Dirección General de la Guardia Civil cuando su titular era Luis Roldán, Manuel Fuentes Cabrera, aseguró ayer que había partidas mensuales de 12,5 millones de pesetas de los fondos reservados que llegaban de la Secretaría de Estado para la Seguridad en un talón aparte y con la indicacion verbal "para tu director", y resalto que Roldán "hacía lo que quería" con ese dinero.El teniente coronel Fuentes Cabrera, que compareció como testigo en el juicio que se sigue contra Roldán y otros siete procesados por supuesto enriquecimiento ilícito, fue jefe de la Secretaría de Despacho desde 1989 hasta agosto de 1994, meses después de que el ex director general se fugara del país.

Fuentes Cabrera explicó que trimestralmente llegaba una partida de 14,5 millones de pesetas de fondos reservados adscritos directamente a la Dirección General de la Guardia Civil y mensualmente la Secretaría de Estado para la Seguridad remitía un cheque de 12,5 millones y otro de cinco -que pasaron a ser dos de igual cantidad en 1992- con la indicación "para tu director". Según el testigo, "no tendría sentido" que las cantidades que Roldán percibía no fueran para él porque, en ese caso, llegarían conjuntamente en un solo cheque y añadió que "el sentir general era que el dinero era para Roldán, no para gastos reservados".

Fuentes Cabrera añadió también que cuando Ferran Cardenal llegó a la Dirección de la Guardia Civil ordenó destruir todos los registros y libros que hicieran referencia a los fondos reservados.

Billetes nuevos

También declaró como testigo el capitán Emilio Fabián Arroyo, encargado de hacer efectivo el dinero en el Banco de España. Arroyo señaló que Roldán ordenaba ingresar dinero en cuentas suyas como ordenaba que se le mandara a reparar un reloj o que se recogieran los paquetes de una compra realizada la víspera.

Esos cheques los hacía efectivos en el Banco de España el capitán Fabián, cajero de la Secretaría de Despacho, que precisó que recogía el dinero en un maletín, en billetes nuevos, y que los entregaba en ese mismo departa mento de la Dirección General. Allí, Fuentes Cabrera cogía los cinco millones de pesetas -diez a partir de 1992- y se los entre gaba a Roldán en su despacho, aunque no veía dónde los guardaba el director. Los ingresos en cuentas que Roldán ordenaba no estaban, en principio, relaciona dos con el dinero de los fondos reservados, aunque no podía asegurar que no se tratara del mismo dinero.

Fabián Arroyo declaró también que cuando Luis Roldán llegó a la dirección general cambió el sistema de recepción de los fondos reservados. Según él testigo, los fondos se recibían en la secretaría de Administración y Contabilidad, pero el acusado ordenó que pasaran todos a su despacho, donde centralizó el reparto