La misteriosa muerte de las vacas de Valsaín

El misterio rodea la muerte de decenas de reses de ganado vacuno en Valsaín, perteneciente al municipio de San lldefonso-La Granja (Segovia), atribuida por los ganaderos al Lindano B, un producto tóxico contra las plagas empleado para fumigar los pinares, aunque hasta ahora los análisis oficiales realizados en vísceras de animales no han dado con ningún insecticida. Sin embargo, en estas pruebas sí ha aparecido gran cantidad de Cresol, un compuesto del zotal, que se suele usar para desinfectar las cuadras. Pero estas vacas nunca entran en el establo, se trata de ganadería extensiva, y permanecen todo el día en el campo. En el pueblo no hay naves para estas reses.Mientras que el organismo autónomo Parques Nacionales, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que gestiona las 10.700 hectáreas de los montes de Valsaín, en la vertiente norte de la sierra del Guadarrama, niega cualquier implicación en el hipotético envenenamiento masivo de las vacas, la Administración reconoce que algo está ocurriendo. Bien podría ser un caso para que lo investigara el detective Pepe Carvalho, personaje clásico del escritor Manuel Vázquez Montalbán.

Los ganaderos están inquietos y alarmados, según el presidente de la asociación que les agrupa, José Luis Fraile, quien estima que ya pueden haber muerto unas 130 vacas y que las pérdidas alcanzan los 50 millones de pesetas, hasta ahora. Las sospechas de Fraile y de algunos de sus compañeros se centran en que, en el verano del año pasado, Parques Nacionales llevó a cabo una fumigación en algunas zonas de los pinares donde había gran cantidad de madera acumulada debido a la caída de árboles por las intensas nevadas y que podía ser foco de plagas.

El presidente de los ganaderos relata que "comenzamos a apreciar los primeros síntomas en los animales hacia el mes de agosto o septiembre de 1996, aunque nunca imaginábamos que iba a llegar tan lejos, pero en diciembre empezaron a morirse algunas vacas y, desde principios de este año, se ha incrementado el número de muertes". Fraile sostiene que estos tóxicos no se eliminan y se acumulan en algunas vísceras de las reses, cuya vida se puede prolongar hasta 18 o 20 meses después de haberlos ingerido, incluso apunta a que algunas han quedado estérilés mientras pide una urgente solución al problema pues, de lo contrario, los ganaderos se verán obligados a abandonar esta actividad que es una de sus principales fuentes de ingresos.

Algunos ganaderos llegan más lejos al asegurar que también ha descendido el número de especies de la fauna autóctona de la zona, como corzos, ardillas, conejos o aves, pero este extremo ha sido negado rotundamente tanto por Parques Nacionales, Guardia Civil, Ayuntamiento de La Granja y la Junta de Castilla y León, que ha ordenado recoger cualquier animal que pueda aparecer muerto para proceder a su estudio.

En los análisis de las vísceras de algunas reses afectadas, enviadas al laboratorio pecuario que tiene en León la Consejería de Agricultura y Ganadería del Gobierno regional, se niega la presencia de insecticidas como el Lindano B, al menos en cantidades apreciables y tóxicas, aunque sí se evidencia una gran cantidad de Cresol, un desinfectante.

Para Javier Donés, ingeniero técnico forestal y director del Centro Montes de Valsaín de Parques Nacionales, "productos como el Lindano B se han empleado toda la vida en los pinares y, hasta ahora, no ha muerto ninguna vaca". Donés, que debido a este asunto es objeto de una campaña contra su persona a través de panfletos anónimos distribuidos estos días por Valsaín, reconoció que se llevó a cabo un tratamiento con 250 mililitros de Lindano "pero para que se murieran todas estas vacas por una intoxicación tenían que haber ingerido mil veces cada una lo que nosotros echamos".

A juicio del responsable de los pinares, que no se siente culpable de lo ocurrido, si los ganaderos tienen algo que aclarar deben recurrir a los tribunales y matiza: "Locos tendríamos que estar cuando, por ejemplo, hemos logrado multiplicar por 10 el número de buitres negros que hay en el monte, como Para dedicarlos a matarlos salvajemente echando productos tóxicos indiscriminadamente, ni por negligencia, que somos profesionales y sabemos lo que hacemos".Por su parte, el alcalde de La Granja, el socialista Félix Montes, ha pedido tranquilidad y cautela a la población, requiriendo de los organismos pertinentes que aclaren este enigma cuanto antes, con el fin de que no se genere una alarma social . El edil afirma que si se demuestra que el causante de la muerte de las vacas es un producto tóxico vertido por Parques Nacionales habrá que pedir responsabilidades e indemnizaciones o, en otro caso, deberá seguirse una investigación policial para llegar al final del asunto.