Tató: "Como Marcello me había pedido"

Anna Maria Tató, la última compañera de Marcello Mastroianni, es la depositaria del gran testamento intelectual y artístico que dejó al mundo el célebre actor italiano. Mi ricordo, si, Io mi ricordo es una larga entrevista rodada por la cineasta con Marcello Mastroianni en Portugal, en la que la realizadora inserta escenas de sus más memorables películas."Ha sido un complejo trabajo de edición. He escogido no fotogramas o pedacitos, sino secuencias completas para mostrar su gran talento como intérprete. Incluso cuando está ocupado besando a otras mujeres. Es tal como él mismo me había pedido", comenta Tató.

La versión íntegra de la cinta, que dura tres horas y media, es completamente diferente a la que fue presentada ya en Cannes. "En ésta prevalece la emoción que evoca Marcello con sus ejemplos de cine", explica Tató. "Sus escenas nos hacen retornar a la memoria imágenes, personas, anécdotas y reflexiones. Un conmovedor testimonio de vida y de arte". Y añade: "Este trabajo servirá también para las escuelas de cine y se pasará por televisión. Se proyectará además en las salas norteamericanas".

Tató ha dedicado espacios relevantes de la película a la espléndida colaboración y amistad de Mastroianni con Fellini, De Sica, Monicelli, Scola y otros. "Y no faltan las obras menores", dice la directora. "Marcello siempre me decía: 'He hecho muchos filmes feos, pero ésos también sirven. Sólo los santos no se equivocan jamás. Y para mí los santos y los héroes son antipáticos".

Homenaje al gran cine

Visiblemente conmovida por los aplausos calurosos de los periodistas, Anna María Tató ha anunciado la creación de un Premio Mastroianni: "Un merecido homenaje a Marcello y al gran cine. Walter Veltroni [ministro de Cultura italiano] estuvo muy de acuerdo. Será una bellísima estatuilla adornada con una escultura del tío de Marcello, Umberto, que será destinada cada año a un actor o actriz italiano o francés que sobresalgan en esta Mostra".

Alguien le pregunta a Anna Maria Tató: ¿Qué lección podría dar Marcello Mastroianni al cine italiano de hoy? "Humildad", responde. "¿Quién sabe qué efecto le produciría ver su rostro como símbolo de la Mostra en toda Venecia?".