El descubridor de las pinturas rupestres de El Pendo cree que Altamira seguirá siendo "el gran santuario"

"Que hayan sido pintadas 4.000 años antes que los bisontes de Santillana las figuras rupestres descubiertas ahora en la cueva de El Pendo no quiere decir que éstas sean ni más espectaculares ni más artísticas. Altamira será siempre el gran santuario del arte paleolítico", declaró ayer a este diario su descubridor, el arqueólogo cántabro Ramón Montes Barquín, quien al frente de un pequeño equipo investiga en el yacimiento de Camargo, en los alrededores de Santander. Montes, de 31 años, a punto de doctorarse en la Universidad regional tras estudiar en sus aulas Arqueología y Prehistoria, prepara su tesis sobre el Paleolítico inferior en la región cantábrica.Ahora hace cinco años científicos españoles y franceses publicaron en la prestigiosa revista Nature los resultados de la aplicación por vez primera de los radiocarbonos en Altamira; la cueva había sido ya sometida a datación por el carbono 14, dos veces en los años sesenta y ochenta. Sin embargo, los radiocarbonos enmendaron la fecha al poner en claro que las pinturas de Altamira se realizaron hace 14.000 años, unos 400 más tarde de la época fijada por el carbono 14 sobre piezas óseas encontradas en la gruta.

El friso de arte rupestre hallado la semana pasada en Escobedo de Camargo no necesitará de tan alta tecnología científica para fijar su antigüedad porque ni es posible ni es necesario, según Montes; sus teorías se apoyan en las del máximo experto en arte rupestre, el francés André Leroi-Gourhan, último en haber sistematizado aquél en todo el mundo; las figuras aparecidas ahora en El Pendo pertenecen al estilo III catalogado por Leroi. La antigüedad, unos 4.000 años anteriores a los bisontes de Altamira, está asegurada no sólo por el aspecto artístico o estilístico de las figuras, sino por las referencias del propio carbono 14 aplicado a otros yacimientos de dibujos rupestres.

Restos materiales

En El Pendo será imposible utilizarlo porque las figuras son ocres (óxido de hierro) y carecen de materias orgánicas como por ejemplo madera, carbón o hueso. El periodo en que el hombre actuó en Camargo es el Solutrense, de una antigüedad entre 12.000 y 22.000 años. Abundantes restos materiales se han encontrado en Camargo tanto de huesos como de industrias sobre piedra, especialmente sílex.

Los arqueólogos de la Universidad de Cantabria aseguran que hubo aquí una presencia humana varios miles de años antes de que se realizaran las pinturas. El hallazgo en la cueva de El Pendo -descubierta en 1878 por Marcelino Sanz de Sautuola, 10 años después de ser el primero en encontrarse bajo los bisontes de Altamira- tiene especial trascendencia, según sus investigadores, por tratarse de una de las grutas más importantes del suroeste de Europa debido a la acumulación de estratos arqueológicos superiores a 20 metros en la vertical que encierran vestigios de todas las ocupaciones y culturas surgidas en el norte de España a lo largo de los últimos 84.000 años.

El friso consta en el momento actual de 14 figuras de animales, unas realizadas en tinta plana (un solo color aplicado de forma directa) y otras con trazo tamponado; ocres y lascas de sílex surgidos al pie de las pinturas sirvieron de instrumento de trabajo a sus autores.