Perdida en la carretera
La recién estrenada producción norteamericana Breakdown tiene un comienzo tan inesperado como interesante, que se sale de los tradicionales esquemas del cine de acción. Un matrimonio se traslada de un extremo a otro de Estados Unidos, al circular por una perdida carretera de Arizona se les estropea su lujoso y recién adquirido automóvil, un amable camionero se detiene para prestarles ayuda, ella se va con él en busca de una grúa, el marido se queda al cuidado de sus pertenencias y la mujer desaparece sin dejar rastro.Lo insólito de este comienzo es que en una película norteamericana jamás se estropea un automóvil. Concebidas como publicidad indirecta de sus productos, la totalidad de las producciones de EE UU muestran unos automóviles que funcionan en las peores situaciones y no se rompen jamás. Aunque la realidad es que, en esta ocasión, sólo es el punto de arranque de la historia, no tarda en arreglarse y además luego queda muy claro que no se ha estropeado, sino que el problema ha sido que uno de los malos ha desconectado unos cables.
Breakdown
Director: Jonathan Mostow. Guionistas: Jonathan Mostow, Sam Montgomery. Fotografía: Doug Mlsome. Música: Basil Paledouris. Estados Unidos, 1997. Intérpretes: Kurt Russell, J. T. Walsh, Kathleen Quinlan. Estreno en Madrid: Palacio de la Música, Benlllure, Cartago, Proyecciones, Novedades, La Vaguada, Peñalver, España, Albufera, Lido, Canciller, Aluche.
La otra novedad de Breakdown es volver a utilizar el clásico esquema narrativo del personaje que desaparece de manera inexplicable al comienzo de la narración, mientras el otro busca y no le encuentra. Tanto porque no se emplea demasiado, siempre suele dar buenos resultados, como porque además el realizador y coguionista Jonathan Mostow lo utiliza con habilidad.
Sin embargo, transcurrida la primera hora escasa de película, descubiertas las razones de la desaparición, Breakdown pierde su originalidad y se convierte en la tradicional historia en que el héroe se enfrenta con los malvados para salvar a la chica. Lo que no le impide perder calidad al estar planteado el enfrentamiento como una persecución a través de carreteras poco transitadas y dar lugar a un continuo movimiento.
El desconocido coguionista y director Jonathan Mostow planifica con habilidad la historia, sabe mantener el ritmo de la acción y consigue un producto comercial un tanto inverosímil, pero no exento de cierto interés.
Los actores tienen un cometido más secundario que los grandes camiones y potentes automóviles en que se mueven sin parar.
Babelia
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