Humillación en la ONU y poder nuclear
Si la moderna India se despertó a la economía de mercado en 1991, su política exterior recibió un traumático choque con la realidad el pasado mes de octubre, cuando su pretensión de relevar a Indonesia en el puesto reservado para los países asiáticos como miembro temporal del Consejo de Seguridad fue derrotada de forma humillante en la ONU. La que se tenía como nación líder de los 113 países no alineados ni siquiera contó con la confianza de aquellos que dice defender. Japón se llevó el gato al agua. La diplomacia india, encabezada por el socialista Inder Kumal Gujral, entonces ministro de Exteriores, cargo que desde abril corona con el de primer ministro, había presentado, a priori, el desafío como un enfrentamiento entre el poderío económico de Japón y las ideas de la India, así que enseguida hubo reacciones irónicas. "Japón tiene algo que ofrecer en términos de ayuda, capital, tecnología y experiencia comercial; la India tiene una sobredosis de beatería", editorializó un periódico.Se aludió entonces al aislamiento en que se encontró la India al oponerse al tratado para la prohibición total de las pruebas nucleares (CTBT), tratado avalado por la propia ONU y desde la misma Indonesia se manifestó que era una votación de castigo por esa insolencia política. Jasjit Singh, antiguo piloto de caza, veterano de las guerras contra Pakistán y director del Instituto de Estudios de Defensa y Análisis Estratégicos (IDSA) de Nueva Delhi, es el padre de la idea de no suscribir ese tratado. Singh es también un nacionalista de la vieja guardia y habla con firmeza: "El Gobierno adoptó mi posición. Hay consenso total en el país. No vamos a cambiar de ninguna manera. Si en un plazo de tres años no se firma el CTBT, no irá adelante. Hace cincuenta años decidimos estar solos y así seguimos. Aunque no tan solos si somos 950 millones de personas con 300 millones de consumidores. Y somos un país acostumbrado a la pobreza".
Temor a China
Singh hace notar que dos de sus vecinos, China y Pakistán, tienen armas atómicas, y mantiene que para protegerse de la amenaza hay dos soluciones: "El desarme nuclear y tener armas nucleares. Nosotros preferimos la primera, pero como nadie se desarma, debemos optar por la segunda". Más que en Pakistán, los estrategas de Nueva Delhi tienen su interés centrado en China, definida por Singh "como el primer desafío estratégico de la India en todos los campos (político, económico ... ). Y digo desafío, no amenaza"."El poder de China está creciendo constantemente y existe una gran incertidumbre sobre cómo lo va a usar en el futuro. Tenemos pruebas de que China muestra su poder por la fuerza; lo hemos visto aquí en 1962, en Vietnam...", dice el director del IDSA, que recuerda cómo Nueva Delhi y Pekín mantienen una triple disputa fronteriza sobre 140.000 kilómetros cuadrados.
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