La oposición acusa al primer ministro israelí de debilitar a Arafat

El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha hecho todo lo posible para debilitar a Yasir Arafat. Esta es la conclusión a la que han llegado un buen número de diputados laboristas del Parlamento israelí, para quienes las medidas de urgencia adoptadas ayer por el Ejecutivo no servirán para solucionar el problema del terrorismo ya que, en su opinión, coinciden con los objetivos de los movimientos extremistas islámicos, que quieren a todo precio interrumpir el proceso de paz.Las recomendaciones efectuadas desde la izquierda israelí coinciden con las declaraciones de dirigentes palestinos, quienes reivindican que las medidas policiales que se adopten no signifiquen el abandono del proceso de paz y de la negociación.

"Han tomado medidas urgentes para tranquilizar a la población. Es comprensible. Pero el Gobierno israelí no puede adoptar decisiones contra el proceso de paz. Es la única salida valida que conocemos para resolver nuestros problemas", aseguraba ayer en la radio estatal israelí, un responsable de una emisora palestina, quien insistía en las palabras "cooperación" y apoyo mutuo".

Ninguna de estas recomendaciones parece, por ahora, tener eco, sobre todo en el Ejecutivo de Netanyahu, mucho más preocupado por la política policial, hasta el punto de haber ordenado la clausura de alguna asociación cívica, como la Asociación Palestina de Beneficiencia, que actuaba en Jerusalén oriental, pero que dependía de la Autoridad Palestina.

Otras instituciones o asociaciones similares podrían ser clausuradas en los próximos días, como por ejemplo la Orient House, una organización que el Gobierno israelí considera, junto con otras cinco instituciones o sedes ciudadanas de Jerusalén, como centros de agitación o de propaganda propalestina.