El ex ministro argentino Cavallo, condenado a cuatro meses de prisión

El ex superministro de Economía del Gobierno argentino, Domingo Cavallo, fue condenado a cuatro meses de prisión por el delito de injurias contra el abogado Jorge Kolon, a quien Cavallo involucró en actos de corrupción cuando el, ex funcionario de Aduanas se presentaba para ocupar un cargo de juez. El condenado ha anunciado que apelará la sentencia y mantedrá su candidatura a diputado.

En la sentencia, el juez Rodolfo Canicoba Corral, uno de los magistrados a los que Cavallo acusó también de responder a las instrucciones del ministro del Interior, Carlos Corach, consideró "innecesario y contraproducente el encierro efectivo".Con los ojos llenos de lágrimas, rodeado de militantes de la alianza Acción por la República-Nueva Dirigencia -de la que es primer candidato a diputado nacional en las elecciones parlamentarias del próximo 26 de octubre-, entre insultos contra miembros del Gobierno, reclamos de justicia y decenas de periodistas, el exministro dijo que el presidente Carlos Menem está cumpliendo "con la persecución judicial" que prometió cuando él inició la campaña de denuncias "contra las mafias enquistadas en el poder que controla el empresario Alfredo Yabrán". Cavallo añadió: "De todos modos, le agradezco a Dios que hayan decidido perseguirme a través de la justicia y que no me hayan matado como a tantos otros".

El escándalo político en la capital sucedió a las protestas de los partidos de la oposición por la represión que el martes inició la policía de la provincia de Neuquén contra unos 400 manifestantes convocados por el sindicato de los empleados públicos. Los dirigentes sindicales querían instalarse en una carpa frente a la sede de la le gislatura, provincial que se disponía a debatir el recorte del presupuesto, en el que se dispone una rebaja del plus en los salarios por "trabajar en zona desfavorable" del 40% al 20%. Cuando algunos militantes tiraron las vallas que cercaban los alrededores del edificio, un grupo especial de la policía reaccionó duramente, arrojando bombas de gases lacrimógenos y golpeando a los manifestantes, que a su vez les arrojaban piedras y tomates.