Nutrida representación de EE UU en el festival cubano de la juventud
Vestido de uniforme verde oliva, con gorra guerrillera, como siempre, el presidente cubano, Fidel Castro, presidió el lunes, desde la escalinata de la Universidad de La Habana, el acto inaugural del XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, un foro rescatado por Cuba de las cenizas del campo socialista, en el que participarán durante una semana más de 10.000 jóvenes de 117 países convocados en tomo a una sola y elocuente, consigna: "Por la solidaridad antiimperialista, la paz y la amistad". Paradójicamente, la delegación más numerosa es la de EE UU.
El festival, de carácter antinorteamericano y profidelista, resucita una de las más antiguas tradiciones comunistas, iniciada en Praga en 1947 y cuya última edición tuvo lugar, en 1989 en Pyongyang (Corea del Norte).El XIV Festival arrancó con todos los mitos revolucionarios. Un total de 12 grandes pinturas del Che engalanaban la escalinata universitaria bajo el alma máter donde Castro y otros líderes estudiantiles fraguaron el asalto al cuartel Moncada hace 44 años, y allí el cantautor Silvio Rodríguez se explayó con canciones de Víctor Jara y el Hasta siempre Comandante al Che de Carlos Puebla. Los delegados, entre ellos más de 300 españoles y 750 norteamericanos que viajaron a la isla violando el embargo, respondieron con: "Fidel, aprieta, que los yanquis te respetan", y "arriba, abajo, los yanquis pal carajo".
Fue un acto a la medida, de boinas con estrellas y rabia antiimperialista, como los de antes., El propio Fidel fue el responsable de resucitar el festival, cuando el 5 de agosto de 1995, al recordar el primer aniversario de los disturbios contra la revolución, dijo que, a pesar de que ya no existía campo socialista ni URSS, Cuba, "una islita pequeña en el Caribe", podría rescatar esta tradición y alzar las banderas de la izquierda.
En la inauguración sólo hubo un pequeño incidente. Antes de comenzar el desfile, un hombre de mediana edad se subió a una tarima con altavoces y gritó algunas consignas contra el régimen y Fidel, antes de ser detenido. Los gritos a favor de Cuba borraron lo sucedido.
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