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Muñoz Molina ve en la educación la base para un futuro más libre

El novelista Antonio Muñoz Molina dio un toque de atención ayer a los sectores políticos de izquierdas que han tomado derroteros equivocados y se han perdido en "la ceguera y la soberbia", según dijo. Aunque no diferenció entre el papel que desempeñan los intelectuales del de los demás ciudadanos a la hora de reconducir los ideales progresistas por los caminos de la democracia, señaló que "el mundo se cambia mediante la educación". Su conferencia Cultura, comunicación y progreso, ha sido por el momento una de las mejor desarrolladas de los cursos de verano que la Universidad Complutense imparte en San Lorenzo de El Escorial."El intelectual no tiene más motivo ni más responsabilidad que el ciudadano de a pie en temas políticos", señaló Molina. "El campo intelectual no me parece cívicamente nada relevante", añadió. Sin embargo, Molina esgrimió una defensa a ultranza de la educación pública como pilar básico de un futuro político y social más libre: "El mundo se. cambia mediante la educación y para ello es fundamental fomentar y defender la educación pública".

Posturas personales

El novelista se inmiscuyó en el terreno de la política actual para denunciar que se están perjudicando los ideales progresistas con posturas personales (en referencia a la ruptura del grupo Izquierda Unida): "Lo que ha ocurrido es una lección de hacia dónde debe. ir la izquierda. Hacia una afirmación de la democracia y de la solidaridad por encima de particularismos que se han venido predicando con demasiada afición. La gente ha dado una lección y es que hay que buscar el elemento de unión y no el de división", comentó.Molina hizo un llamamiento a la reflexión y, según sus conclusiones, señaló el camino a seguir por los progresistas: "Hay que recordar con vergüenza que a una minoría intelectual la soberbia no le permitía ver la realidad y caían en un dogmatismo equivocado". En este sentido, lanzó una cuchillada a "los intelectuales del cinismo, los que no se manchan porque no cumplen con los principios que predican. Cualquiera puede ser de izquierdas sólo de palabra", manifestó. Pero su crítica no venía sola. La acompañaban soluciones y dio tres para saber "como ser de izquierdas": "El progresista debe tener los ojos bien abiertos. Hay que vindicar la soberanía del individuo consciente frente a la identidad del grupo". En esta línea añadió que "no se puede admitir la separación entre la palabra [como transmisor de principios] de los actos". La tercera directriz que señaló fue la de no admitir excepciones a los ideales que uno defiende: "Si crees en las libertades democráticas las debes defender siempre, tanto aquí como en Camboya".

Muñoz Molina se refirió al parón intelectual que supuso la dictadura franquista en España: "La pérdida de libertades nunca actúa en beneficio de la justicia. La censura nunca beneficia a los mas débiles porque precisamente son éstos, los que más necesitan de la libertad de expresión", añadió.

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