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La expectativa de un euro amplio acelera la convergencia de tipos con Alemania

Victoria Carvajal

La convicción de que España e Italia participarán en el euro desde su creación, el 1 de enero de 1999, está propiciando una convergencia veloz de los tipos de interés a largo plazo entre los países mediterráneos y Alemania. La rentabilidad del bono español a 10 años bajó ayer a un mínimo' histórico, 6,12%, sólo 0,62 puntos por encima del mismo activo alemán. La puesta en marcha de una unión monetaria amplia y flexible siguió alimentando la huída del ahorro extranjero hacia el dólar, que ayer superó los 1,83 marcos y las 154 pesetas.

El rápido acercamiento de los tipos de interés en los países de Europa continental no refleja otra cosa que la fe de los mercados en la constitución de un euro formado por un elevado número de países. La aceptación por parte de Francia de que hay muchas posibilidades de que no cumpla el requisito de convergencia referido al déficit (3% del producto interior bruto, PIB) y los problemas de Alemania para alcanzar este objetivo aseguran la participación de España e Italia en la moneda única.Así lo admitía en Bonn ayer el propio ministro de Economía y Hacienda francés, Dominique Strauss-Kahn, quien señaló además de Alemania y Francia y los países del Benelux, integrarán el euro España, Portugal "e incluso" Italia, informa Reuter.

La rentabilidad del bono a 10, años en España, que sirve de referencia para los préstamos a largo plazo, ha bajado más de 2,5 punto! en sólo un año, por ejemplo. En ese mismo periodo la caída en Italia ha sido de tres puntos.

El Tesoro español dejó ayer casi iguales las rentabilidades de las letras a un ano y a 18 meses. La bonanza del mercado secundario de deuda le permitió ajustar un poco a la baja los tipos de estos activos, que quedaron en el 4,951% (4,953% anterior). Adjudicó 581.098 millones de pesetas.

Apoyo estadounidense

Las subidas generalizadas de la deuda europea se apoyaron en la buena acogida que el mercado de bonos estadounidenses dio el día anterior al discurso que pronunció Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, quien confirmó que la economía norteamericana crece sin inflación.Este diagnóstico calma, al menos por el momento, los temores a que suban los tipos de interés en Estados Unidos, una medida que reduciría aún más el atractivo de invertir en activos europeos, cuyos tipos de interés son en general más bajos que en Estados Unidos.

Aunque la diferencia en las rentabilidades entre EE UU y la UE no seguirá ampliándose por el momento, el dólar prosiguió un día más su espectacular carrera alcista. Apoyado en la expectativa de que la moneda única no será muy rigurosa en materia presupuestaria y, además, en la fuerte entrada de dinero en los mercados de activos financieros estadounidenses (Bolsa y deuda), la moneda norteamericana superó ayer los 1,83 marcos y las 154 pesetas. Al cierre, retrocedió a 1,8250 marcos y 153,80 pesetas.

Desde principios de año, el dólar ha ganado más de un 20% frente a la mayoría de las monedas europeas. La divisa estadounidense no valía tantas pesetas desde agosto de 1985 y con el marco, está en el nivel más alto de los últimos siete años.

Otro de los factores que impulsa al alza al dólar es la poca voluntad de intervenir que muestran los bancos centrales de los países desarrollados. De hecho, pese a las advertencias lanzadas en este sentido hace 10 días por el Bundesbank, algunos altos cargos de Francia y Alemania han restado importancia a la subida de la moneda estadounidense. Ven con buenos ojos la mejora de la competitividad de sus industrias exportadoras, que puede convertirse en el motor que impulse de una vez el crecimiento.

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