La cúpula de ETA ordenó el regicidio en 1994

La sentencia declara probado que Juan José Rego, integrado en ETA desde 1962, contactó en 1993 con el responsable del aparato militar de ETA, con el que en los dos años siguientes mantuvo varias citas. En una de ellas, en febrero de 1994, el dirigente etarra propuso a Rego un atentado contra el Rey.Tras efectuar varias visitas a Mallorca, y después de informar a la dirección de ETA de que el atentado podría efectuarse con un rifle de mira telescópica, decidieron realizar la operación . Para ello, ETA proporcionó al grupo armas, explosivos y dinero para alquilar un barco en Antibes (Francia), con el que se desplazaron a Mallorca. En la isla vigilaron los movimientos del Fortuna y de la familia real desde un piso situado frente al Club Náutico de Palma y llegaron a tener a tiro al Rey en tres ocasiones.

La policía, tras recibir una información de que el comando había llegado a Mallorca en un velero con el casco pintado de negro, sobrevoló con helicóptero toda la isla hasta descubrir al velero en Alcudia. Después, montó un amplio dispositivo para desmontar el intento de asesinato del Rey.

Los agentes vigilaron los movimientos de los terroristas, a los que filmaron sin que se dieran cuenta, y finalmente les identificaron gracias a las huellas dactilares extraídas de un vaso utilizado por uno de ellos en un bar del centro de Palma de Mallorca. El seguimiento tuvo grandes dificultades, entre otras cosas, porque los sospechosos adoptaban grandes medidas de precaución y solían citarse en un hipermercado.

Ignacio Rego y García Sertucha fueron detenidos por los GEO el 8 de agosto de 1995 en el piso de Palma, mientras que Juan José Rego lo fue en el puerto de Alcudia, cerca del barco, en el que pensaban huir.

Una mujer que ejercía como enlace con el grupo y que le había proporcionado dos millones de pesetas en francos no pudo ser detenida.