El ambiguo mensaje del IRA
El Gobierno laborista británico ha reclamado siempre al IRA un alto el fuego "inequívoco" que habría de demostrarse con "palabras y hechos". Los provisionales han optado por el camino más corto, en lo que a las palabras se refiere, utilizando el término clave "inequívoco" en la redacción del comunicado con el que a las nueve de la mañana del sábado (hora local británica) anunciaban el alto el fuego, que entró en vigor a mediodía de ayer.Sin embargo, una primera lectura del texto es suficiente para comprender el porqué de la desconfianza con la que esta nueva tregua del IRA ha sido acogida en los sectores protestantes. Para empezar, lo que el grupo terrorista anuncia como "inequívoca" es la restauración de la tregua de agosto de 1994, y no el propio alto el fuego.
Estas cuestiones semánticas tienen gran importancia en Irlanda del Norte, donde cada declaración política, cada condena, está expresada siempre con términos de impenetrable alcance muchas veces, pero en los que ninguna palabra sobra, niguna falta. Restaurar "inequívocamente" la tregua de 1994 significa para el IRA seguir manteniendo, como entonces, la política de reclutamiento de miembros, de entrenamiento y toda la capacidad punitiva necesaria para "controlar" a la comunidad católica de los guetos norirlandeses.
El alto el fuego de los paramilitares prounionistas que llegó en octubre de 1994 y que, oficialmente, se ha mantenido en pie desde entonces, ha sufrido innumerables fracturas a lo largo de todo este tiempo, con crímenes claramente imputables a elementos de este sector -como el asesinato la semana pasada de la joven católica Bernadette Martin- de los que no se ha responsabilizado nadie.
De nuevo, en el texto difundido por el IRA el sábado, hay un término esencial ausente, tal y como los políticos unionistas se han apresurado a hacer notar. Tampoco esta vez -ni en 1994- el término "permanente" aparece en el breve comunicado. Los nacionalistas alegan que el término está incluido aunque no defina a la tregua. "Queremos una paz permanente", dice el IRA, "y por tanto estamos dispuestos a ampliar las posibilidades de búsquedade un arreglo democrático y pacífico a través de conversaciones auténticas y concluyentes".
Pero el deseo de paz permanente nada tiene que ver con el grado de permanencia que se le otorga a un alto el fuego. Lo más contundente que ofrece el IRA está en el primer párrafo de la declaración: "Anunciamos el cese total de las operaciones militares como contribución a la búsqueda de una paz duradera en Irlanda del Norte".
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