60 especialistas norteamericanos y cubanos analizan la figura de Hemingway

Más de 60 especialistas y estudiosos de la vida y la obra de Ernest Hemingway participan desde ayer en La Habana en un coloquio internacional sobre el escritor norteamericano, en el que está prevista la participación de su nieta novelista, Lorián Hemingway. El encuentro, el segundo de este tipo que se realiza en la isla, está organizado por el Ministerio de Cultura y el Museo Hemingway, institución que funciona desde 1962 en la finca La Vigía, la gran casona del pueblo de San Francisco de Paula en la que el premio Nobel pasó grandes temporadas entre 1940 y 1961 y donde escribió una buena parte de su obra.Al igual que ocurrió durante el primer coloquio, realizado en 1995, los ensayos y ponencias presentadas abarcan temas tan dispares como estudios sobre los elementos de la religión afrocubana a traves de las obras El viejo y el mar e Islas en el golfo, las preferencias culinarias de Hemingway, el cine en su obra, la censura franquista de sus novelas en España, o el descubrimiento de la trascendencia en Tener y no tener. Éste fue, justo cuando se cumplen 60 años de la publicación de esta novela, el tema del trabajo del escritor cubano y director de la Editorial Ciencias Sociales, Armando Cristóbal Pérez, que inauguró ayer el II Coloquio Internacional sobre Hemingway.

'Tener y no tener'

Para Armando Cristóbal, Hemingway apenas conocía la realidad cubana cuando en 1937 escribió Tener y no tener, su primera obra en la que aparecen personajes y ambientes cubanos. Sin embargo, Hemingway hizo que el pensamiento de los jóvenes revolucionarios cubanos que combatían contra la dictadura de Machado en los años 30, marcasen decisivamente a Harry Morgan, el protagonista de la novela, quien traficaba con ron en la época de la ley seca."La visión fragmentada del proceso cubano brinda a Morgan un sentido trascendente de la vida", una razón para vivir, dijo Armando Cristóbal, que estableció similitudes entre Tener y no tener y otras novelas de Hemingway con la obra de Alejo Carpentier El reino de este mundo, y esa sensación de que "el hombre ansía siempre una porción de felicidad más allá de la que le ha sido otorgada".

El escritor y profesor norteamericano Douglas Edward LaPrade se refirió a la censura de Hemingway en España, un tema sobre el que ya escribió un libro en 1995 editado por la Universidad de Salamanca. LaPrade recordó cómo "los censores consideraban que algunos libros de Hemingway amenazaban la moral conservadora del pueblo español", y "las obras de Hemingway empezaron a sufrir la censura en 1955 cuando el editor Luis Caralt intentó publicar una versión española de Adiós a las armas". LaPrade se refirió a cómo los censores permitieron a Caralt publicar su novela sólo después de eliminar todos los pasajes referentes "al acto de amor".

LaPrade citó en varias ocasiones al director de la Filmoteca de Valencia, Ricardo Muñoz Suay, quien supervisó la reciente publicación de una edición bilingüe de Tierra de España, un texto que Hemingway escribió para acompañar la película propagandística que rodó en 1937 con Joris Ivens para apoyar a la República. "Muñoz Suay pudo leer Por quién doblan las campanas en la cárcel de Ocaña durante los años cuarenta gracias a una edición argentina", afirmó.

En el II Coloquio Internacional sobre Ernest Hemingway, que concluirá el próximo jueves, participan 35 expertos de Estados Unidos, Canadá y Alemania y 30 especialistas cubanos. El objetivo es recordar al escritor y profundizar en su obra, y recrearse en uno de sus santuarios más famosos, donde todavía sobreviven lugares como el Floridita, y también está La Terraza y el pueblo de Cojimar, desde donde Hemingway salía a pescar.