Recuperación en Latinoamérica tras el temor por la crisis del sureste asiático

Las bolsas de América Latina recuperaron ayer el pulso, después de la inquietud provocada por una posible devaluación en Brasil siguiendo la estela de las registradas en países del sureste asiático. El miedo a los desequilibrios en sectores de la economía del coloso suramericano había golpeado el martes las bolsas de Sao Paulo y Buenos Aires. Ayer, ambas consiguieron enderezar el rumbo.El martes Sao Paulo cayó un 8,5% y Buenos Aires un 3,3%, y bajaron también México, Chile, Perú y Colombia. Sao Paulo y Buenos Aires cerraron ayer con avances del 8,81% y el 2,28%, respectivamente.

Desde principios de semana, los inversores argentinos ejecutaron un prudente repliegue temiendo al denominado efecto samba o efecto caipirinha, en alusión a las embriagadoras consecuencias del combinado alcohólico: si los tigres Tailandia, y Malaisia devaluaron por su elevado déficit por cuenta corriente, argumentan, Brasil puede hacer lo propio.

El presidente Fernando Henrique Cardoso salió ayer al paso y aseguró que no ocurrirá, que en su país "no habrá ningún salto félino". Los analistas piensan que Cardoso, candidato a la reelección en los comicios del año próximo, va a agotar todos los medios para sostener el real, cuya paridad está casi en uno por dólar, y no adoptar medidas impopulares. Con unas reservas de 57.000 millones de dólares y una fuerte entrada de inversión extranjera, el ataque especulativo contra el real no es fácil.

En Argentina, el índice Merval, que mide la evolución de las 26 empresas punteras, retrocedió seis puntos en dos días. Fuentes oficiales aseguran que puestos en lo peor, es decir, si Brasil devalúa, Argentina no sufriría consecuencias tan fuertes como las encajadas con la sacudida mexicana de hace tres años, que llevó a una masiva fuga de capitales y puso al sistema bancario contra las cuerdas. El déficit de la balanza de pagos, aunque crece, no es tan grande como el de entonces.

"Tenemos que estar preocupados pero no muy preocupados por lo que ocurre en Brasil. No creo que haya una devaluación", opinaba ayer José Luis Machinea, ex-presidente del banco central argentino.

Alieto Guadagni, el secretario de Industria del Gobierno argentino, pidió tranquilidad y recordó que Brasil tiene un déficit por cuenta corriente mucho menor al que tenía México antes del terremoto de 1994, que se llevó 8.000 millones de dólares de Argentina.