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FERIA DE SAN FERMÍN

Por fin un encierro sin heridos graves

Los toros de Jandilla sólo dejaron contusionados en su veloz carrera

Cinco días han tenido que pasar para que un encierro no dejara heridos graves sobre el adoquinado. Los toros de Jandilla no alcanzaron a ningún mozo con sus pitones. Al menos no encontraron carne. Pero fue el de ayer un encierro trastabillado, de continuos choques, en el que se produjeron imágenes tan dramáticas como la de aquel mozo al que un toro mandó al suelo y sobre el que quedó tendido, provocando una escena de aspecto sobrecogedor.A diferencia de días anteriores, ningún toro superaba los 600 kilos. Lo que tampoco indica demasiado en cuanto a su peligro, dada la velocidad que alcanzan la masiva presencia de mozos y la inevitable aparición de decenas de patas, esos seudocorredores que citan a la res por la espalda, a traición, que la golpean para que frene su carrera en una acción que no pasaría de suicida, "allá cada cual", dicen al únisono los pastores del encierro, si no fuera porque la memez en cuestión pone en riesgo la vida de otros muchos.

El primer patas, se asomó a la calle segundos después de abrirse el portalón de los corrales. El sujeto está localizado, más que nada porque tuvo que visitar el hospital. Responde a las iniciales K. N. Tiene 30 años y es de nacionalidad, noruega. Subían los toros la cuesta (te Santo Domingo y desde un lateral golpeó a uno de ellos en la cabeza con un periódico. No le debió gustar aquello a uno de los pacíficos cabestros que iban detrás quien con un indisimulado cabeceo mandó despedido al nórdico, regalándole una inolvidable, por dolorosa, contusión costal.

Fue agrupada la manada hasta que en la frontera entre las calle Mercaderes y Estafeta un mozo de negra vestimenta se dio por satisfecho con lo realizado y frenó su carrera ante la cercanía de unos cuernos. Se fue el chaval a la izquierda, pero por allí galopaba otro astado, contra cuyo lomo se estampó. Perdió el equilibrio el toro y arrasó a otro mozo, sobre el que se desmoronó. Al grapo se unió un segundo animal, que pisoteó todo lo que encontró. Sólo la inmediata aparición de un par de bueyes, a los que siguieron con disciplinado sentido los dos toros, evitó que el mozo sufriera algo peor que un traumatismo craneal banal y una contusión torácica. Llamó la atención un toro que sin duda batió algún récord de velocidad. Se escapó de la manada junto a un cabestro, abandonó a éste Estafeta arriba y corrió en solitario los últimos 200 metros. No hizo caso ni a sus hermanos, ni a los mansos ni a los mozos, y su espectacular y limpio galope permitió que algunos corredores hicieran esa carrera con la que sueñan.

No faltó, sin embargo, el toro rezagado. Se quedó éste en la más absoluta soledad al inicio de Estafeta. Y así entró en la plaza. Hizo varios amagos de derrotar pero se contuvo. Tan sólo asustó. Ya en el ruedo se cayó espectacularmente. El animal, tras descansar, se incorporó y se largó a los toriles.

Tres minutos y medio duró el encierro, pero 60 de esos segundos son propiedad del toro que en la plaza se desmoronó. Ocho mozos fueron atendidos en los hospitales a consecuencia de los golpes. Pero llegarán, sin duda, tiempos peores. Pamplona se dispone a recibir a miles de visitantes de fin de semana. Aumentará el número de corredores y aumentará, por tanto, el peligro.

La corrida de hoy

La corrida de esta tarde, 7ª de feria, tiene el siguiente cartel: toros de hermanos Astolfi para Sergio Sánchez, Óscar Higarés y Domingo Valderrania. A las 18.30. El encierro de los toros empieza a las ocho de la mañana y parte de los corralillos del Gas.

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