El Prado, el Reina Sofía y Patrimonio ofrecen 300 obras para decorar el Real

El gerente del Teatro Real, Juan Cambreleng, tiene sobre su mesa una lista compuesta "por 300 obras y objetos" que el Museo del Prado, el Museo Nacional Reina Sofía y Patrimonio Nacional están dispuestos a ceder en préstamo para la decoración del nuevo centro operístico, informó ayer un portavoz del teatro.En esa lista hay "desde cuadros de Madrazo hasta cosas menores, y la selección se hará teniendo en cuenta la relación de las obras con la música y los posibles gastos de restauración o limpieza y seguros" derivados de la cesión, que correrán a cargo del teatro. Sólo los gastos de los seguros podrían ascender "a cerca de 50 millones de pesetas".

La decoración ha sido el último punto escabroso de la polémica reforma del Real, tras la publicación de una carta que los dos patronos responsables de la Comisión de Decoración enviaron a la ministra Esperanza Aguirre. En ella, Josefina Halffter y Joaquín Álvarez Montes denunciaban que el gerente estaba poniendo en grave riesgo la fecha de apertura prevista -11 de octubre- al "incumplir sistemáticamente" los acuerdos tomados por esa comisión y el propio patronato.

Entre los cambios decididos por Cambreleng, destacan las alfombras, las cortinas y la reforma de varias filas de butacas para su conversión en palcos -ya vendidos a empresas e instituciones-. Como consecuencia de esos nuevos criterios, la empresa encargada del vestuario de paredes y suelos fue privada de "un encargo económicamente muy importante" en favor de la Real Fábrica de Tapices.

Por otro lado, agotados ya los abonos para los ciclos de ópera y conciertos, el Real calificó ayer la venta como "un gran éxito, pese a los interesados en amargarnos la fiesta". Y respecto a las numerosas quejas de las personas que llamaron sin éxito al teléfono habilitado para la venta por Caja de Madrid -el primer día hubo 419.813 llamadas-, se dijo: "En el teatro no ha caído bien que Telefónica no pusiera un sistema gratuito de venta". Calculando que cada llamada costaba 45 pesetas de media, Telefónica facturó ese día gracias al Real unos 20 millones de pesetas.