Denver, modelo del 'éxito de los noventa
Denver es una de las ciudades norteamericanas que mejor ha sabido adaptarse a los retos económicos del siglo XXI. De ello dan prueba los rascacielos que albergan empresas de televisión, informática y servicios financieros, y los anuncios de la prensa local que reclaman con desesperación trabajadores cualificados a los que pagar buenos salarios.La asa Blanca ha escogido Denver como escenario de la cumbre del G-7 porque es uno de los ejemplos perfectos del modelo de éxito económico norteamericano en los noventa. Situada en el corazón del país, esta ciudad sufrió una fuerte crisis en los ochenta, como consecuencia del declive de las entonces actividades más pujantes de Colorado: la agricultura, el petróleo, la minería y la industria. Ahora, sin embargo, Colorado, que ha creado 400.000 empleos netos desde 1990, tiene un índice de desempleo del 3,2%, inferior a la ya baja media norteamericana -4,8%, la, menor en cinco lustros- y muy lejos de los dos dígitos de países europeos.
El "milagro de Denver", como le llama Richard Wobbekind, profesor de la universidad de Colorado, es haber sabido realizar la dolorosa tarea de "reducir el tamaño y el personal de sus viejas actividades y haber concentrado sus esfuerzos en las nuevas". Denver mira al tercer milenio: el ocio, representado por muchas empresas vinculadas con la televisión por cable, y el turismo; la producción de programas -software- para ordenadores; el transporte aeroespacial, con un moderno aeropuerto internacional, y los servicios financieros. Y todo ello, como subraya Clinton, "con una filosofia de protección estricta de su magnífico medio ambiente".
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