Lelouch utiliza una subasta de arte en París como plató de una película

Durante tres días, cuadros auténticos de Picasso, Miró, Balthus, Tanguy, Léger, Renoir, Courbet, Brauner, Glacometti, Matisse y tantos otros grandes artistas han servido de material para una nueva ficción del prolífico Claude Lelouch, que ha rodado en las salas de Drouot, el principal local de subastas de París, la venta pública de la colección, de Henriette y André Gomés.

Más de 800 personas han trabajado como figurantes gratuitos de un filme que se titulará, Aprés tout y que tiene entre sus protagonistas a Pierre Arditi y Alessandra Martínez. Para satisfacción del cineasta, la subasta no sólo se ha visto muy concurrida y por personajes de indumentaria llamativa, sino que además los precios de salida (te los cuadros han sido muy superados por las ofertas.La obra más cotizada es un collage de Picasso titulado L' espagnol y realizado en Ceret en 1913. Su nuevo propietario, un estadounidense, lo ha adquirido por 207 millones de pesetas. Por un miró, considerado como el más pequeño jamás pintado por el artista catalán, el conocido como L'oiseau porte-bonheur, una acuarela de 5,5 por 6 centímetros, se ha pagado el equivalente a cuatro millones trescientas mil pesetas.

El conjunto de telas dibujos y esculturas reunidos por Henriette Gomés es, sobre todo, el resultado de su pasión de coleccionista, pues Henriette Gomès fue una mujer amiga de varios grandes artistas que supo proteger y ayudar.

Ruta de pintores

Uno de sus biógrafos la recuerda "viajando cada año hasta la costa, para encontrarse con Picasso, yendo luego a Barcelona o Mallorca para visitar a Miró y, por último, desplazándose hasta el Morvan, Roma o Suiza para acudir a su cita con Balthus". Para Henriette Gomés hubiese sido extraordinario asistir a la subasta parisina y descubrir cómo los coleccionistas se disputan ahora los 35 cuadros de Balthus que ella había adquirido.En efecto, durante años Henriette Gomés y Picasso fueron los únicos compradores de la obra de Balthus, que no lograba superar los prejuicios antifigurativos. Ayer, Le gran paysage, en principio valorado en 800.000 francos, se subastó por 4.212.000 (105 millones de pesetas).

Para París la subasta era también muy importante porque la capital francesa no había visto aún que los precios, en materia de arte moderno y contemporáneo, recuperasen el nivel anterior al crash de 1990.

Los dos primeros días habían supuesto un desembolso total de más del doble de lo esperado. El 50% de los compradores era de nacionalidad estadounidense, sin duda fruto de una buena campaña de promoción de la subasta, ya que las obras fueron expuestas, antes de acudir a Drouot, en Nueva York y Zúrich.

El Estado francés también se ha mostrado como un comprador activo en la subasta, quedándose con un magnífico retrato de Dora Maar hecho por Picasso en 1941, y el patio de una granja pintado por Balthus en 1960.