El nuevo dinero para luchar contra el paro saldrá ha del Banco oficial de la Unión Europea
¿Cómo se financiarán las nuevas políticas de empleo? Desechadas las subvenciones, la fórmula ideada para ello por el Ecofin es echar mano del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la institución crediticia de la UE. Satisface a la deficitaria Alemania, pues evita aumentar su contribución al presupuesto. A la socialista Francia, porque habrá dinero tangible para sus proyectos favoritos. Y al laborismo británico, ya que los tipos de los créditos son los del mercado.
Los planes de empleo de la UE han cosechado fracaso tras fracaso. Su financiación se ha convertido en la piedra de toque de su credibilidad. ¿Será ahora diferente? La fórmula pactada ayer es triple. Con la resolución que acompaña al Pacto de Estabilidad del Euro -aunque es un texto "separado" de él, insistió el ministro alemán de Hacienda, Theo Waigel- el Consejo "requiere" al BEI para que amplíe su actividad. Este banco oficial genera al año unos 1.600 millones de pesetas en dividendos no repartidos, y acumula unas reservas de cerca de 1,7 billones de pesetas.Ahora se le encomiendan tres nuevas tareas. Primera, abrir una línea para financiar proyectos de alta tecnología que favorezcan a las pymes, si conviene mediante sociedades de capital-riesgo a crear con los bancos privados. Segunda, financiar ámbitos de los que estaba ausente como educación, salud, rehabilitación urbana y medio ambiente. Los observadores más escépticos sonreían ayer, pero esas áreas coinciden con los programas del laborismo británico y del socialismo francés, esto es, la formación, la renovación de los barrios... Si no van listos, serán París y Londres quienes presenten más proyectos. Y tercera, ampliar su actividad financiadora "a muy largo plazo" de las grandes redes transeuropeas de transporte, el viejo proyecto del Libro Blanco de Jacques Delors, resucitado hasta ahora sin éxito por su sucesor en el cargo, Jacques Santer.
Además del BEI, hay otras dos fuentes. Una es la reserva de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA) -unos 100.000 millones de pesetas-, comunidad que se disolverá en enero del 2002. Desde entonces podrá usarse para proyectos de investigación y empleo relacionados con el sector. La última es el rastrillo: los Quince se conjuraron para "examinar todas las principales políticas comunitarias" para comprobar si crean empleo. Se sugiere, aunque no se explicita, que de lo contrario habrá que vaciarles las arcas.
Junto a estas fuentes, la resolución autoinvita a los Gobiernos a modificar la fiscafidad sobre el empleo de forma que no lo grave demasiado, y a reformar los mercados laborales.Todos contentos
Todos se sintieron satisfechos de estas soluciones, diseñadas en apenas siete días, desde que Francia dio el susto a sus socios anunciando que aplazaba la firma del Pacto de Estabilidad. El vicepresidente económico español, Rodrigo Rato, manifestó que las recetas preparadas "no vienen más que a coincidir con las políticas microeconómicas que está desarrollando el Gobierno", como anunció en el debate sobre el Estado de la Nación.
Lo decisivo fue la reconciliación franco-alemana. "No hay vencedores ni vencidos", aseguró el presidente semestral del Ecofin, Gerrit Zalm. "Francia puede sentise satisfecha, porque sólo quería un replanteamiento político del empleo; en el Ecofin no había pedido nada que no haya obtenido", dijo Rato a este diario. Su homólogo francés, Dominique Strauss-Kahn, negó que la montaña "hubiera parido un ratón", destacó que los nuevos créditos del BEI son efectivamente nuevos,puesto que se abren a otros ámbitos de actividad y porque serán a muy largo plazo, y subrayó que "nada impide redesplegar las partidas del presupuesto comunitario".
El alemán Theo Waigel se mostraba también seguro de haber triunfado. Sobre todo porque esta resolución complementaria del Pacto de Estabilidad para el euro "ni toca ninguno de sus términos, ni los merma", y el esquema sancionador a los países ultradeficitarios que estén en el euro queda ratificado por todos. Con ello se presenta ante su opinión como campeón de la estabilidad presupuestaria, de la lucha contra el déficit y de la no contaminación del marco. "Alemania puede vivir perfectamente con esta solución"', sentenció.
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