Comienza el saneamiento de la bahía de Santander

Las obras del saneamiento integral de la bahía de Santander (34 kilómetros cuadrados de superficie, tan vasta como el propio término municipal de la capital) acaban de comenzar, cuando se cumplen 11 años de que se realizaran, por la entonces Agencia Regional de Medio Ambiente, los primeros estudios serios sobre la cuestión. La degradación ambiental de la bella ensenada tan maltratada, a través del tiempo, por la iniciativa privada y los poderes públicos, había llegado hasta el punto de haber perdido, en poco más de siglo y medio, el 80% de su costa natural y casi la mitad de su superficie total a causa de los rellenos artificiales para obtener terrenos baratos.El plan, redactado en 1986, que ahora se pone en marcha, localizó unos 70 puntos de vertidos industriales calculándose que las 300 empresas asentadas en los márgenes vomitaban al año unos 4.600 metros cúbicos de residuos. En la actualidad, las aguas residuales de la población (unos 230.000 habitantes, la mitad del censo de Cantabria) llegan a la bahía sin depurar.

La primera de las tres fases en saneamiento requerirá un presupuesto superior a 4.000 millones de pesetas y afectará a los Ayuntamientos de Santander, Camargo y Astillero. Fondos europeos, con una aportación del 70%, harán que la obra no resulte lesiva a la comunidad autónoma. Las características técnicas contemplan la instalación de una tubería de 30 kilómetros de longitud; 13 estaciones de bombeo, de ellas, siete en el tramo de Santander, seis tanques de tormenta y 33 aliviaderos son tenidos en cuenta por el proyecto.

Tras la ejecución de la primera fase vendrán otras dos. Mientras tanto, los técnicos prosiguen su trabajo en el estudio sobre la calidad de las aguas de escorrentía a lo largo de la zona portuaria, la adecuación medioambiental del saneamiento y la aplicabilidad del agua residual reutilizada en la zona, entre otras cuestiones.