Kohl advierte que la creación del euro es una ocasión histórica que no volverá a presentarse

El canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, reafirmó ayer en el debate del Parlamento Federal (Bundestag) la necesidad de conseguir la moneda única, "fundamento de la paz y la libertad en Europa", e insistió en la necesidad de no dejar pasar "una oportunidad histórica" que puede no volver a presentarse. Kohl pronunció estas palabras alarmantes durante el debate sobre la situación financiera de Alemania, en el que rechazó cualquier intento de elecciones anticipadas y defendió a su ministro de Hacienda, el socialcristiano Theo Waigel (CSU), a quien calificó. de "excelente ministro".

Waigel superó una moción de la oposición -socialdemócratas (SPD) y Los Verdes-, que pedían su destitución, y anunció un bloqueo del gasto público para toda cantidad superior al millón de marcos (84 millones de pesetas). Al mismo tiempo, quedó de manifiesto que el martes Waigel escamoteó parte de la información sobre el principio de acuerdo con el Banco Federal (Bundesbank), que todavía requiere la aprobación del consejo del. banco y se refiere sólo a una revaluación de las reservas en divisas sin tocar el oro.El Gobierno federal recibió ayer una nueva reprimenda, esta vez del consejo de expertos conocido como los cinco sabios, encargados de dictaminar sobre la economía alemana. Los sabios critican con dureza el momento elegido por el Gobierno para la revaluación de las reservas del Bundesbank. Además, dos destacados políticos, uno de las filas gubernamentales y otro de la oposición, los jefes de Gobierno de Baviera, Edmud Stoiber (CSU), y de Baja Sajonia, Gerhard Schröder (SPD), no se muestran reacios a un aplazamiento del euro.

Bonn vivió ayer una intensa jornada, con un debate en el Bundestag que el Gobierno superó como un boxeador al borde del K.O., pero que se mantiene en pie sobre la lona. Waigel superó la censura de la oposición, con una votación de 328 votos a favor y 311 en contra, pero su gesto grave durante todo el debate era expresión palpable de su precaria situación. Mintras tanto, los oradores de la oposición se dedicaban a poner de manifiesto todos los errores cometidos y la desastrosa situación de las finanzas alemanas. Tuvo que escuchar Waigel cómo la oposición le echaba en cara haber sido el maestro ciruela de Europa, con sus exigencias de aplicación estricta de los criterios de Maastricht, y haber acabado como un experto en trucos contables.Reservas de oro

El último truco que salió a relucir fue la nebulosa información que Waigel filtró sobre el acuerdo logrado la víspera con el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, sobre la reváluación de las reservas en oro y divisas. Waigel precisó ante el Bundestag que existe un esfuerzo serio en lograr una solución de compromiso, consistente en una revaluación de las reservas este año, pero con entrega de los beneficios en 1998.

Al referirse a los detalles del acuerdo, Waigel señaló que siguen las negociaciones entre el Gobierno y el Bundesbank y adelantó que los resultados se comunicarán a las comisiones correspondientes del Bundestag. Desde Francfort llegó la noticia, confirmada más tarde en Bonn, que el acuerdo con el Bundesbank prevé la revaluación. de las reservas en divisas antes de fin de año, sin tocar el oro. El pago se haría en 1998 y la revaluación de las divisas bastaría para. satisfacer la voracidad y necesidades del Gobierno, pero un año después de la fecha que pretendía en un principio. Por eso, esa cantidad no afecta al cálculo del déficit y deuda ante la prueba de selectividad de Maastricht. En su dictamen extraordinario, los sabios critican la presión realizada por el Gobierno para una revalorización de las reservas en oro y divisas, porque produce la impresión de que se trata de financiar el presupuesto base de la fabricación de dinero, "por eso se siembra la duda en torno a la independencia y credibilidad del Bundesbank". Los sabios añaden que la monetarizacion del déficit estatal es incompatible con la letra del Tratado de Maastricht.

Según una encuesta, que publica hoy el semanario Die Woche, un 52% de los alemanes desea la dimisión de Waigel y sólo le apoya un 35%. La revaluación de las reservas de oro del Bundesbank la rechaza el 57% de los encuestados y sólo un 22% la aprueba.Incompetencia del Gobierno

La encuesta indica que un 71% de los alemanes cree que el Gobierno es incompetente para manejar la crisis financiera y ese mismo Porcentaje se pronuncia por un aplazamiento de la entrada en vigor del euro. Sólo un 37% de los encuestados considera que Alemania podrá cumplir los criterios de convergencia de Maastricht, mientras que un 45% lo cree imposible.

Kohl lucha como un caballero de la triste figura por el proyecto de la moneda única. Ayer en el Bundestag, el canciller volvió a sacar los registros más patéticos de su discurso, al afirmar que su Gobierno hará todo lo necesario para cumplir con los criterios y el calendario. Kohl repitió una frase que en su día causó sensación en toda Europa y dijo que la moneda única es "un proyecto básico para la paz y la libertad en Europa". Y añadió: "Haremos todo para llegar al euro", al que calificó de "pilar de la casa europea".

Según Kohl, se trata de "una oportunidad histórica, que no se presentará de nuevo" y por eso subrayó: "El Gobierno federal y yo haremos todo lo posible para cumplir el calendario y los criterios". Advirtió sobre los enormes riesgos de un aplazamiento, con repercusiones en los mercados financieros y sobre las cotizaciones de las monedas y graves consecuencias para las exportaciones alemanas. El canciller insistió en que no tiene sentido discutir sobre qué países cumplirán los criterios, porque cada uno tendrá que hacerlo y el año próximo se decidirá.Las palabras de Kohl no conmueven a todos sus correligionarios. El presidente de Baviera, Stoiber (CSU), declaró en Erlangen que el aplazamiento del euro no puede convertirse en un tabú. Stoiber cifra en un 50% la posibilidad de que se inicie con puntualidad la moneda única europea. El presidente de Baja Sajonia y aspirante a candidato a canciller del SPD, Gerhard Schröder, aboga por "introducir antes el pacto de estabilidad y probar si funciona. Si ahora se intentase llevar adelante la unión monetaria, según el principio de cueste lo que cueste, el daño sería mayor que el beneficio", escribe el dirigente socialdemócrata.