Cerco judicial a 4 ex ministros conservadores por corrupción
Una vez pasadas las elecciones, resurgen en Francia los casos de corrupción político-financiera. Los sumarios que implican a la derecha, perdidos durante meses en el bien controlado laberinto jurídico, empiezan a encontrar el camino de salida.El juez Armand Riberolles ha esperado un solo día -justo el tiempo en que ha tardado en conocer que el ex ministro Michel Giraud había sido reelegido diputado- para ordenar una investigación por "favoritismo, falsificación y empleo de documentos falsos y prácticas contrarias a la libertad de mercado" en el caso de contratos de rehabilitación de escuelas e institutos en la región Île de France, presidida entre 1991 y 1995, el periodo investigado, por el citado Giraud.
Riberolles centra sus investigaciones en por obras valoradas en 23.000 millones de francos (575.000 millones de pesetas) y también se interesa por la desaparición de 75 millones de francos (1.870 millones de pesetas) ganados a base de colocar capitales de origen público en el mercado monetario, es decir, tanto por operaciones de financiación del partido neogaullista RPR como por las que parecen destinadas al enriquecimiento personal.
Otro juez, Jean-Pierre Zanoto, ha ordenado el procesamiento de tres ex ministros. Se trata de Pierre Méhaignerie (en el ministerio de Justicia durante el Gobierno de Balladur), Bernard Bosson (en Transportes) y Jacques Barrot (en Asuntos Sociales), tres figuras del centrismo. La justicia les relaciona con la financiación oculta del desaparecido Centro de los Demócratas Sociales y, sobre todo, con la caja negra del partido en Suiza, por la que transitaron 25 millones de francos (alrededor de 600 millones de pesetas) regalados por las empresas a cambio del acceso a ciertos mercados.
Financiación oculta
Está previsto también que el juez Halphen, cuyo trabajo había sido hasta ahora bloqueado por Jacques Toubon, el derrotado ministro de Justicia, reanude de inmediato sus investigaciones sobre el papel jugado por el Ayuntamiento de París como principal engranaje de la financiación oculta del RPR. Ahí está implicado el ex primer ministro y ex responsable de la Hacienda municipal, Alain Juppé.En este caso los principales inculpados serían el actual alcalde, Jean Tiberi, y, aunque sin consecuencias legales para él, el alcalde de la capital francesa entre 1977 y 1995, el hoy presidente de la República Jacques Chirac.
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