Rato cierra la comisión de la "amnistía fiscal" sin retirar su acusación de amiguismo al PSOE

El Gobierno mantiene su denuncia sobre los 200.000 millones de pesetas que no se van a poder ingresar en Hacienda porque el anterior Gobierno socialista no reaccionó a tiempo y de esta forma benefició a unos 600 contribuyentes. El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, redefinió ayer la inicial acusación de "amiguismo", no hizo alusión al "caos" en Hacienda y buscó un acuerdo sobre las medidas preventivas. CiU instó al Gobierno a pasar página y PSOE e IU-IC subrayaron que "para un viaje así no hacían falta estas alforjas". Rato confirmó, por otra parte, que se ha abierto una investigación al actual director de la Agencia Tributaria, Jesús Bermejo, por sus visitas nocturnas a su antiguo despacho.

El tono de Rato en su comparecencia de ayer ante la comisión de investigación del Congreso apenas tuvo que ver con su agresividad anterior. Y es que el huracán desatado por el Gobierno del PP ha arrasado en su propio terreno. El malestar de los inspectores fiscales, el deterioro de la imagen de la Hacienda pública, la actuación del director general de la Agencia Tributarla cuando era responsable de la Unidad del Fraude... Y la gota que colmó el vaso: Poner como ejemplo de amiguismo a La Caixa y el monumental enfado de sus socios de CiU.Tanto el PSOE como IU-IC y, en cierta medida CiU, hicieron ver a Rato el error político en que, en su opinión, ha incurrido el Gobierno. Joaquín Leguina (PSOE) preguntó a Rato: "¿Usted cree que para este viaje hacían falta estas alforjas? Al hacer un juicio a la oposición desde el Gobierno, han hecho un flaco favor a este Parlamento, a la buena convivencia entre los partidos -que se tienen que pelear pero no con navajazos- y a la Hacienda pública"

Joan Saura (IU-IC) criticó que el Gobierno "haya instrumentalizado a la Hacienda pública con fines partidistas. Se han equivocado y no han sabido rectificar". Añadió que "el Gobierno socialista cayó por negar evidencias como los GAL o la corrupción; este Gobierno (PP) niega la crisis en la fiscalía o las amenazas... y usted aquí ahora niega que se haya hecho un daño a la Hacienda pública. No caigan en ese error".

Francesc Homs (CIU) se lamentó de que el Gobierno no hubiera utilizado desde el principio un tono menos crispado en esta controversia. "Debemos ser comedidos y rigurosos en las responsabilidades a exigir", añadió Homs, porque .. aun habiendo riesgos [el de la prescripción] no parece constatarse que hubiera injerencias políticas para forzar los comportamientos de los inspectores.

El ministro defendió por su parte que el Gobierno tenía que poner en conocimiento de la opinión pública unos hechos que calificó de "graves". Se reafirmó en su acusación de amiguismo pero para ello echó mano de la definición que, según dijo, hace el portavoz socialista, Joaquín Almunia: "Favorecer a unos pocos en perjuicio del interés general". No aludió a la "amnistía fiscal" ni se refirió a "los amiguetes" del PSOE.

Negligencia o dejadez

La Administración, según Rato, "debe comportarse de forma homogénea, pero la ley se aplicaba de una manera, salvo en casos muy significativos", Rato se planteó si esto fue por "negligencia o dejadez" ante la posición de Homs (CiU) según la cual el problema es sobre todo "una confrontación doctrinal" aunque añadió que "tardar dos o tres años en liquidar un acta es mucho tiempo".Rato centró la responsabilidad en los cargos políticos del anterior Gobierno, que, en su opinión, "conocían el problema y no tomaron medidas". Pero "sería equivocado e injusto echar la culpa a los inspectores", añadió. Esta especie de imposible según el cual los inspectores no son responsables de liquidar las actas fuera de plazo pero en la práctica -según el Gobierno- lo hicieron, tenía una explicación inicial en el "caos" de la Administración tributaría. Sin embargo, Rato hizo ayer algo muy parecido a una rectificación. "¿Funcionamiento caótico? No es un calificativo que yo pueda utilizar", afirmó.

El vicepresidente respondió así a una queja de Joan Saura sobre la "contradictoria y caótica información" suministrada por Hacienda al Congreso. Saura describió otra de las alarmas que han debido impulsar al Gobierno a no remover más este asunto. "La credibilidad hoy de Hacienda es mucho menor que la de hace dos años", señaló.

Rato contestó que "partir de la base de que denunciar estos problemas y adoptar soluciones supone una pérdida de moral es una afirmación gratuita". El vicepresidente reiteró que las actas de la inspección de Hacienda habían aumentado un 30% en el primer trimestre del año respecto de 1996, pero Saura le recordó que el pasado ejercicio los inspectores estaban en huelga de celo no declarada.

Por otra parte, el vicepresidente segundo confirmó que se había abierto una investigación sobre las visitas nocturnas del actual director general de la Agencia Tributaria, Jesús Bermejo, a su anterior despacho en la Unidad del Fraude. No obstante, Rodrigo Rato advirtió que "cualquier actuación no conforme a derecho ha sido negada por Jesús Bermejo".