Acuerdo sobre una iniciativa conjunta contra el desempleo

Uno de los mayores problemas que afectan a la economía europea es el alto índice de desempleo, especialmente entre los jóvenes, un problema con mucha menor incidencia en Estados Unidos. De ahí que el primer ministro británico, Tony Blair, aprovechara ayer la estancia de un día en Londres del presidente estadounidense, Bill Clinton, para abordar el tema y obtener del líder de la única superpotencia mundial un compromiso de acuerdo para atajarlo.Ambos coincidieron en impulsar una "iniciativa conjunta" para crear empleo que será presentada en la próxima cumbre del Grupo de los Ocho -los Siete más Rusia- en Colorado, donde se examinarán las reformas llevadas a cabo en diferentes países, "para aprender de nuestros errores y de nuestros aciertos", recalcó Blair. El Reino Unido ostentará el año próximo la presidencia de los Siete Grandes y la de la Unión Europea.

Tony Blair anunció también la celebración de una "mini-cumbre" de ministros de Economía y de Asuntos Sociales de los países del G-7 en el Reino Unido para principios del próximo ano.

Ambos mandatarios reconocieron que la dinámica de empleo es mucho más ágil en Estados Unidos. Según Clinton eso es debido, entre otras cosas, a que la economía norteamericana inició antes su proceso de apertura, a las facilidades que la legislación norteamericana otorga a las pequeñas empresas, y al hecho -no del todo casual- de que ese país sea "una especie de incubadora del futuro", en palabras de su presidente, que se reservó un cierto crédito personal en el éxito de la política de empleo en los últimos años.

Aun así, el presidente Clinton reconoció que el modelo ideal de sociedad se encuentra más bien en una fórmula intermedia -hasta el momento ideal- capaz de combinar el dinamismo propio de Estados Unidos y el estado de bienestar que disfruta la sociedad europea. Algo así como la cuadratura del círculo.