El Colegio solicita que cada nueva farmacia se dé al primero que la pida
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, José Enrique Hours, ha pedido a la Comunidad de Madrid una modificación profunda de la legislación que regula la concesión de nuevas farmacias. Hours quiere que los licenciados sin trabajo y aquellos que ya poseen negocio tengan las mismas oportunidades a la hora de abrir una botica.Esta propuesta será una de las más importantes que deberá estudiar la Consejería de Sanidad para modificar la actual normativa, que ahora beneficia a los licenciados con trabajo. Hours ha solicitado a la Comunidad que elimine el baremo de méritos en la ley que prepara el Gobierno regional. El presidente del colegio quiere que las futuras boticas sean concedidas al primer licenciado que las pida. Sólo se le exigiría que la farmacia más cercana a la solicitada esté a un mínimo de 250 metros de distancia y que en torno al nuevo establecimiento vivan más de 2.800 habitantes.Actualmente las farmacias se otorgan así: un licenciado encuentra un local separado 250 metros de otra farmacia y con los 2.800 vecinos requeridos. Presenta su solicitud en el Colegio, donde es publicada en el tablón de anuncios. A partir de ese momento, cualquier boticario puede reclamar el mismo derecho. Después se abre un concurso de méritos. El licenciado que más puntos obtenga se quedará con el establecimiento. Los puntos se logran en virtud de los años de ejercicio: un boticario con 40 años de trabajo tiene 74 puntos; uno con 20 años, vinos 40, y un licenciado en paro, de uno a dos (según su historial académico). La Administración regional elabora con estos datos una lista de candidatos. La farmacia se concede al primero de la lista. Los parados siempre se quedan fuera. La Asociación de Farmacéuticos en Paro apoya la propuesta de Hours, pero cree que la Comunidad la rechazará. "Hay muchos intereses en juego", aseguran.
Unos 5.000 licenciados han cursado 23,000 peticiones de nueva botica ante la Comunidad
Gracias al mecanismo anteriormente descrito, los farmacéuticos con establecimiento se quedaban. siempre con las nuevas boticas. Luego, cuando la Comunidad les concedía oficialmente el permiso de apertura, y como la ley les prohibe tener dos farmacias abiertas a la vez, vendían la más antigua a cualquier licenciado, en paro o no, (una botica puede llegar a costar de 30 a 250 millones de pesetas, dependiendo del lugar donde se sitúa y de su facturación) y se quedaban con la nueva, que no les había costado nada.A causa de esta situación, los parados están desesperados. Sólo con muchos millones en la cartera podían lograr una farmacia. Sin embargo, en julio de 1996, el Gobierno de José María Aznar aprobó un real decreto que les abrió una puerta a la esperanza. Redujo las exigencias previas para abrir una farmacia. En vez de necesitarse 4.000 habitantes por botica, sólo harían falta 2.800 vecinos a partir de esa fecha. Los desempleados se presentaron entonces en masa en las dependencias de la Consejería de Sanidad pidiendo una farmacia.Los parados creen que, si ahora se exigen menos habitantes para abrir un establecimiento, en Madrid cabrían muchas más de las 2.500 boticas existentes.
La Comunidad ha reconocido por primera vez a EL PAÍS que se han presentado un total de 23.000 peticiones desde entonces. Hasta ahora sólo hablaba de "unas 5.000 solicitudes". Antonio Barba, director general de Salud de la Comunidad, calcula que las 23.000 peticiones corresponden a unas 4.500 o 5.000 personas. "Muchos han presentado un montón de peticiones con la esperanza de que alguna les sea concedida".
Este enorme número de expedientes obligó el pasado diciembre a la Consejería de Sanidad a ampliar el plazo legal de resolución de las solicitudes, ya que era incapaz de tramitarlas: de los seis meses que marcaba la ley se pasó a un año. De todas formas, y a pesar de la ampliación, el plazo definitivo acaba el mes que viene y aún no han comenzado a ser resueltos los expedientes.Decreto puente
Antonio Barba señala que la consejería firmará, antes de quince días, un "decreto puente" que le permitirá tramitar las solicitudes con rapidez. De esta forma terminará el atasco administrativo en espera de que la Asamblea de Madrid apruebe una ley regional que regule el sector. Esta ley, que es la que el presidente del colegio de farmacéuticos quiere que elimine los baremos de méritos a la hora de conceder nuevas boticas, será presentada a finales de año.
Si la Consejería de Sanidad no firmase el decreto citado para resolver las 23.000 peticiones, éstas podrían darse como aceptadas por silencio administivo.
Sobre la firma
